
Esta vez amigos(as) seré breve porque es una temática amplia con vértices científicas y de creencias diferentes que la subjetividad se apodera de mí, por tanto, prefiero hablar de mi experiencia personal y saber si tengo fetiche antes de emitir un juicio al respecto.
El fetichismo proviene de la palabra fetiche, que significa objeto inanimado al que se atribuye un poder mágico o superior y por esta razón se le da un aprecio desmesurado más que por su valor intrínseco.
¿Será posible atribuirle esta esencia a cualquier objeto o parte del cuerpo?, ¿la cultura influye?, ¿es un problema neurológico o psicológico?, nunca lo había pensado desde esa perspectiva pero ¿tendré fetiche? y de ser así, ¿qué grado poseo, debo preocuparme?.
Les cuento, tengo fijación por la cabellera del hombre, me disculpan los escasos de este folículo pero no lo puedo evitar. Quien fue mi novio universitario tenía una melena espectacular, recuerdo el día que lo conocí, el cabello me atrapó, él se fijo y lo demás es historia.

El cabello del hombre en mí es un elemento sensual, para algunos el cabello largo en hombres es rebeldía, en cambio percibo masculinidad y actitud. Cuando un hombre pasa su mano por el cabello o la brisa le da vida, es como visualizar una película en cámara lenta; además la cabellera debe mantener los cuidados correspondientes, que sea suave, brillosa para sentir todas esas características en mi mano. Un hombre con un cabello oloroso y sea rudo es sensual, ¿será qué quiero algo sobrenatural?, en otra palabras, entrelazar los dedos por los cabellos y sujetarlo con firmeza produce explosión.
¿Tengo fetiche?, no losé, pero ese fetiche no acabó con mi vida, pues el hombre que amo, se raspa el coco, pero él tiene otro encanto que supera el cabello, posee un cuerpo de atleta, así que sustituí la cabellera por el cuerpo esculpido de mi esposo que genera los mismos estremecimientos que un cabello largo a la máxima potencia.


