@club12 nos trae un tema que debe ser abordado con palabras distinguidas que jueguen un papel armonioso y sutil sobre la elegancia, con el fin de ser apreciado por un grupo de lectores con exigencias de sentido y sencillez a través del estilo libre de la pluma del escritor. Un término que se pasea por un amplio abanico de escenarios, significados, objetos y de la integridad del propio sujeto. Las próximas líneas hablaré de la Señora Elegancia, protagonista que reúne varias características del tema sustentado en conceptos que estarán vinculados con mi pensamiento.
El término elegancia ha cambiado con el pasar del tiempo, antes una mujer ligera y un hombre robusto para los Chinos era elegante; también se consideraba elegante labios delgados pero esto es producto del impacto de la moda que influye en algunos aspectos de la elegancia, pero hay algo seguro de la elegancia no es acto de artificio sino de espontaneidad.
La elegancia la aprecié en un buen hotel de 5 estrellas, tuve una luna miel en un hotel sublime, organizado, cultural y servicial entre otras cosas que permitieron aprender acerca de la elegancia. Disfrutar de un buen espectáculo cultural en el antiguo Teatro Teresa Carreño, es otro concepto elegante, existe moderación entre el espacio, los colores, la arquitectura, la organización y la acústica que elevaban las expectativas. Asimismo se puede deleitar elegancia en las palabras de buenos escritores al leer sus pensameintos opulentos, cautivadores y contundentes como Pablo Neruda.
Leamos los siguientes conceptos y apreciemos a la Señora Elegancia.
La elegancia es obra de libertad, o si se quiere, es un exigente y adecuado artificio. De hecho, deriva del latín eligere que significa escoger, elegir.
Para el diccionario, elegante es aquello que está dotado de gracia, nobleza y sencillez. Dicho de una persona, significa que tiene buen gusto y distinción para vestir. Dicho de una cosa (v. gr. un mueble) o de un lugar (v. gr. un barrio), significa que revela distinción, refinamiento y buen gusto.
Honoré de Balzac: elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos.
Señora Elegancia convierte un atuendo en algo maravilloso, otorga brillo sin exceso y respeta el valor de la prenda confeccionada para su uso merecedor.
La Señora Elegancia lleva con delicadeza y buen andar zapatos altos. Pies que calzan con gracia zapatos llamativos o reservados que deben ser combinados de manera equilibrada entre el vestuario y los accesorios.
Mi Señora Elegacia, lleva consigo peinados expresivos o recatados que la caracterizan de original. Sabe llevar el look indicado que corresponda con su estilo libre para elegir.
Elegante Señora que utiliza el maquillaje acorde para el momento, suave para el día y un poco fuerte para la noche. La belleza propia se resalta con la elegancia.
Mi bella Señora Elegante, emplea un tono de voz suave, pausado y un poco elevado para ser escuchada y respetada. Educada para conversar, vocabulario amplio, amable y acompañada siempre de una sonrisa natural y gentil.
Impecable Señora Elegante siempre de punta en blanco. Ejerce diferentes funciones desde las más sencillas hasta las más complicadas con gracia y con la bondad de la fragancia.
Mi querida Señora Elegante posee una postura erguida, sabe cruzar las piernas y un andar firme que revela lo atractivo y dominante de su personalidad.
Apreciada Señora Elegante con un paladar exquisito sin ser malcriada. Degusta grandes platos o comunes pero con modales para disfrutar de la comida y en compañía de una bebida subida de tono.
Siempre Elegante Señora para ir a dormir. Hábitos para ofrecer los cuidados necesarios a la piel y el cabello. Al levantarse su prioridad estar arreglada como de costumbre una cualidad que la hace agradable.
Infinita Señora Elegante. Ordenada en su hogar y el trabajo. Impecable en la selección de los espacios, objetos y naturaleza que forman cohesión para expresar divinidad y buen gusto del rincón acondicinado.
Elegante Señora para bailar, escuchar música, ir de compras al supermercado, visitar al médico. En todos los escenarios mantiene su esencia, autenticidad porque es su virtud. La Señora Elegante se llama Omaira mi madre, una persona amable, cualidad que acompaña su porte equilibrado de su ser en saber cómo vivir elegante.
Este post está dedicado a mi madre Omaira. Ella es para nosotros, sus hijos admiración y orgullo, un don hermoso natural que muestra un comportamiento llamativo pero bien llevado sin forzar ningún elemento que estructura un buen gusto. Gracias madre hoy aprendí sobre un tema que trata de tu peculiar estilo que te hace única en elegancia.
