
-el cual me salva-
¡me sentí como una roca bajo el impacto de tu golpe!
para dar el poder de perdonar
para obtener la flor y bajar al polvo
y esa lluvia iridiscente de recuerdos
recibir
el centro de mi tierra, solo mío, no se detiene a contar historias
suelta fuego de mis ojos, imparable
a veces como un río
a veces de plata, otras de plomo o ciruelas o plumas
y de hojas, para siempre




