El suicidio ¿un acto de valor o cobardía?

"...la esencia del término exige el conocimiento y sobre todo la voluntad..."

El suicidio está definido como el acto de quitarse la vida de manera intencional. Una persona que realiza una acción por la que no pensaba morir y acaba falleciendo, no puede considerarse suicida, ya que la esencia del término exige el conocimiento y sobre todo la voluntad del accionante. No se trata de debatir si es correcto o incorrecto, si está bien o mal. Desde el punto de vista legal, sería ilógico penar el el suicidio, pero los intentos de suicidios sí son considerados como un crimen, de donde se desprende la consideración criminal sobre el asesinato de sí mismo. Religiosamente, quitarse la vida, contrariando la voluntad de Dios, es un pecado, a menos que esa inmolación conlleve motivos más elevados como los mártires suicidas de algunas religiones de Oriente Medio. Al margen de sus connotaciones jurídicas, religiosas o morales, este post busca abordar este delicado tema desde la filosofía, apoyándose en frases de célebres pensadores.

Según el escritor y filósofo ganador del Premio Nobel de Literatura, Albert Camus:

“El único problema filosófico verdaderamente serio es el Suicidio. Juzgar si la vida es o no digna de vivir es la respuesta fundamental a la suma de preguntas filosóficas.”

Coincido con él en ese fundamental juicio. Cualquier duda, pregunta o inquietud filosófica que tenga una persona, es más, todas ellas, se reducen a una simple verdad ¿la vida es digna de vivirse? las respuestas, afirmativas o negativas, que puedan darse a esa pregunta, con todos sus atenuantes y agravantes y la particularidad de cada caso, es lo que determina en el individuo su actitud frente a esa misma existencia. Para una persona que haya sufrido vejaciones durante largo tiempo, víctima de diferentes y prolongados abusos, sin un apoyo, un resquicio de esperanza o la posibilidad de culminación de ese sufrimiento, puede resultar muy difícil no tomar partido por el cese voluntario de la existencia. Pero "del dicho al hecho, hay mucho trecho".

El hallarse en una situación en la que se desea morir es una cosa y llevar ese deseo a acción es otra muy diferente. La primera es mucho más frecuente que la segunda. Cuando una persona trasciende la reflexión, medita y decide quitarse la vida, cuando de hecho lo hace, las cosas deben ser analizadas de forma diferente. En ese momento definitivo en el que se concentra toda la voluntad y el peso de la existencia para el que, hasta entonces, es un posible suicida ¿qué siente? ¿qué piensa? ¿qué emoción lo aborda? por supuesto que cada caso es diferente, pero es sobre ese preciso instante sobre el que se desea debatir. Para el escritor alemán J.W. Goethe:

“El suicidio sólo debe mirarse como una debilidad del hombre, porque indudablemente es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras.”

Pero ¿realmente es así? ¿cuánto puede durar "una vida llena de amarguras"? ¿realmente morir es "más fácil"? no es lo mismo suicidarse a los quince años que a los setenta; en ese caso ¿qué diría Goethe del joven y del anciano? posiblemente el primero no desee soportar esa vida llena de amarguras de la que habla el alemán, pero ¿y el segundo? quizás ya la haya soportado, o no haya podido seguir soportándola. Lo que queda claro en la frase es que para el autor de Fausto, suicidarse es una debilidad. Ahora bien ¿qué argumentos tiene la facción contraria?

“Si se admite que el suicidio es un crimen, sólo la cobardía puede impulsarnos a él. Si no es un crimen, tanto la prudencia como el valor nos obligan a desembarazarnos de la existencia cuando ésta se convierte en una carga.” David Hume

El filósofo y sociólogo escocés David Hume concentra el debate en la criminalidad del hecho. Si el suicidio es un crimen, quien lo comete es un cobarde. Pero si no lo es, "la prudencia y el valor nos obligan" a quitarnos la vida cuando su carga se vuelve muy pesada. Más que ese obligan de la frase, lo que destaca es la palabra valor. Para Goethe era cobardía, igual que para Napoleón (“Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado”), pero la frase de Hume asoma la posibilidad de que también sea un acto de valor. Y hay que reconocerlo. Indistintamente de que las razones que motiven al suicida sean, o no, justificables (esto sería un debate mucho más extenso) el tomar conciencia del poder que se tiene para acabar con la propia existencia, saber que se va a morir y llevar a cabo la acción, requiere valor. ¿Por qué? porque el mayor miedo del hombre es precisamente morir.

El hombre huye de la muerte. A través de la negación, de sus creencias en la reencarnación, en la resurrección, el hombre necesita que la existencia no acabe con la muerte y la evade, la evita, la esquiva, incluso evita pensar en ella porque le aterra enfrentarse al momento definitivo. Incluso el ateo o el agnóstico, al pensar que no existe nada más allá, desea prolongar su existencia en el único plano que, para ellos, existe. El suicida está por encima de eso, mira a la muerte a la cara y la conjura ¿es ese un acto de cobardía? la persona que por cansancio, desidia, o temor, decide armarse de valor para quitarse la vida ¿es un cobarde? ¿o es un valiente? ¿se trata de una inmensa cobardía iluminada por un instante, el definitivo, de valentía?
En una posición distinta, Séneca dijo “Muchas veces es valor el conservar la vida”; entonces ¿quién es el valiente? ¿el suicida o el que decide continuar con su vida, a pesar de los sufrimientos? no se trata de escoger una de las dos posturas. Así como la filosofía es la ciencia de hacer preguntas y no de hallar las respuestas, los debates filosóficos no buscan aseverar verdades, sino motivar la reflexión respecto a diversos temas que rodean la existencia, en donde todas las posturas son útiles porque iluminan algún rincón de la condición humana. Ustedes ¿qué piensan? ¿sólo los cobardes se suicidan? ¿o hay que tener valor para quitarse la vida? los leo en los comentarios.

Reseñado por @cristiancaicedo



Posted from my blog with SteemPress : http://cristiancaicedo.repollo.org/2019/07/09/el-suicidio-un-acto-de-valor-o-cobardia/

Otros posts que pueden interesarte:

Teen Spirit (Película): Elle Fanning al rescate de un cliché
Existir todavía (Libro): una mentira editorial
#MisDiscosFavoritos: Ten de Pearl Jam
La Literatura Nazi en América (Libro): la herencia de Borges
Una lágrima (Poema Original): ¿puede caber tanto en una gota?
Los peces no cierran los ojos (Libro): la aventura de crecer
H2
H3
H4
Upload from PC
Video gallery
3 columns
2 columns
1 column
16 Comments