Breakfast at Tiffany's (Película): la icónica Holly Golightly

A pesar de no haber visto películas en los últimos días y de tener en mi computador una lista extensa de films por ver, hace un par de noches me dieron ganas de retomar una idea que tuve a principios de año: ver la filmografía de Audrey Hepburn, al menos hasta donde me sea posible encontrarla. Referencia ineludible de Hollywood, me gusta mucho la personalidad y el carácter de la icónica actriz, dentro y fuera de la pantalla. Para cumplir con mi proyecto, de manera cronológica (omití War and peace porque quiero leer la novela primero), tuve que volver a ver algunas cintas ya conocidas, entre ellas Roman Holiday, Funny Face y Sabrina, pero vi por primera vez Secret people, Love in the afternoon, The unforgiven y The green mansions; cuando interrumpí mi repaso, la siguiente que vería sería Breakfast at Tiffany's, película que ya había visto un par de veces.

Holly Golightly (Audrey Hepburn) es una bella joven que vive en Nueva York y que, aparentemente, lleva una vida fácil y alegre, viste de forma sofisticada, elegante y pareciera estar rodeada de lujo y opulencia. Sin embargo, su comportamiento es bastante extravagante, nada glamoroso. Por ejemplo, tiene la costumbre de desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffany's, cuyos artículos están lejos de su alcance porque, aunque consigue dinero, lo gasta con la misma facilidad con que lo obtiene de sus pretendientes. Holly nunca carga sus llaves encima y siempre molesta al vecino para que abra la puerta; tiene un gato sin nombre; duerme hasta tarde; su departamento es un desorden permanente y su vida es ir de fiesta en fiesta, conociendo hombres adinerados y pasándola bien. Hasta que un día se muda a su mismo edificio Paul Varjak, un joven escritor que, a pesar de su comportamiento más educado y menos estrafalario que el de su hermosa vecina, comparte con ella un hecho importante: él también vive a costa de otra persona.

La película está basada en un relato de Truman Capote, incluido en un libro que lleva el mismo nombre. Yo agregaría libremente basada, porque aunque el núcleo de la historia es casi el mismo, hay muchas cosas que suceden en la cinta de forma diferente. Es cierto, un romance entre los protagonistas es un elemento más cinematográfico, pero la relación entre ellos no ocurre así en el libro. No es mi intenión criticar la película. Al contrario. Lo que quiero resaltar es que el relato me pareció increíble y su adaptación a la pantalla, aunque se toma muchas licencias, también resulta agradable porque - y esto es el punto clave - Audrey Hepburn supo transmitir en la cinta, la esencia de su personaje.

Holly es una chica que parece frívola, feliz y desenrollada, pero que en el fondo también es dulce, amorosa y noble. No es la Lorelei Lee de Gentlemen prefer blondes, aunque sí comparte con ese otro personaje, la idea de beneficiarse económicamente de su belleza, a través de los hombres que la pretenden y la adulan. Holly se siente un animal libre, salvaje y cree que la gente no le puede pertenecer a la gente; por eso no se enamora. A pesar de su dureza, o más bien de su interés, la chica resulta encantadora (¡es Audrey Hepburn!) pero en una forma distinta a los personajes previos de la actriz. Hasta entonces, Hepburn había interpretado a la doncella pura, a la princesa, a la chica dulce y soñadora, idealista, a la hermosa y joven intelectual, a grandes rasgos, la chica buena. Incluso, un papel previo a este, si bien fue un poco más maduro que los anteriores, lo hizo en un convento, vestida de monja, el epítome de las chicas buenas.

Con Holly, Audrey Hepburn se aleja un poco de esa imagen de pureza y representa un papel más mundano, sin llegar a ser una chica mala, porque Miss Golightly no lo es. La actriz en ese vestido negro ceñido, con sus guantes largos; Holly cantando Moon river en la ventana (es mi versión favorita de la canción); el cliché beso bajo la lluvia; son varias las escenas que, con el tiempo, se han vuelto memorables y han convertido a esta cinta en un clásico de la época. Si no conocen mucho de la filmografía de Audrey Hepburn, esta es uno de sus papeles más célebres (quizás sea de los pocos que ha visto la mayoría). Entendiendo cómo era el cine en Hollywood en esa época, la película tiene una buena dirección, un guión aceptable y cumple con ser una comedia romántica de esos años sin nada sobresaliente, más allá de ver a la siempre agradable talentosa Audrey Hepburn en pantalla. Si no la han visto, o conocen poco de la actriz, se las recomiendo, pero les recomiendo aún más acercarse primer al relato de Truman Capote para ver cómo sus mentes transforman las palabras en una imagen de Holly Golightly y luego ver si Hepburn hace, o no, un buen trabajo. Cada quien es libre de emitir su propio juicio.

Reseñado por @cristiancaicedo

H2
H3
H4
Upload from PC
Video gallery
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now