
Desde su estreno el 25 de enero de 2020 en el Festival de Cine de Sundance, esta película ha recogido buenas críticas y ha sido nominada a premios importantes. La Academia de Cine de Chile la ha seleccionado como candidata a los premios Goya a la mejor película iberoamericana y también al Óscar a mejor película internacional, logrando estar entre la lista de 15 cintas nominadas en esta categoría, antes de reducirse a las 5 que llegarán a la próxima gala.
Sergio es un espía chileno de 83 años. O bueno, no un espía propiamente. Después de hacer un casting organizado por el detective Rómulo, un investigador privado, en el que se buscaba un adulto mayor que se entendiera con la tecnología y fuera bastante observador, se le ofreció hacer de topo: infiltrarse en un hogar de jubilados para enviar información al exterior sobre las condiciones de vida y de salud de una de las residentes. La cliente de Rómulo, hija de la residente, sospecha que su madre podría estar siendo maltratada, por lo que le contrata para descubrir qué es exactamente lo que está sucediendo en la residencia de ancianos. Sergio, recientemente viudo y como una manera de no pensar tanto en su esposa, acepta la misión, lo que no resulta nada fácil, porque no es muy hábil en lo que respecta a la tecnología (videollamadas, whatsapp, grabación de videos) y a la metodología de espionaje (ser sigiloso, cauto).
Internado como otro de los residentes, Sergio ingresa al hogar de cuidados para recolectar pruebas y en su estadía entabla amistad con algunos de los jubilados y se da cuenta de que la supuesta terrible verdad que buscaba no tiene absolutamente nada que ver con lo que tanto él como Rómulo habían sospechado. Digamos que descubre más de lo que buscaba y los espectadores nos sentimos un tanto engañados con la dirección de los acontecimientos.
Con engaño me refiero a que al inicio parecemos estar asistiendo a una comedia (si se ven las primeras secuencias de la cinta y se deja uno guiar por el póster), pero luego se vuelve una historia más reflexiva, seria, dramática y triste. No que no hayan sonrisas y risas, pero la verdad golpea al rostro de quien ve. Sin embargo, a pesar de ese engaño (quizás sugerido por los primeros acercamientos a la historia), se trata de un material auténtico. Sergio, el espía, en realidad se llama Sergio y acudió a un casting que, como en la película, fue publicado en el periódico, ¿una oferta de trabajo para personas entre 80 y 90 años? ¿para qué clase de trabajo optaría allí? Pues, para hacer de espía y de actor de cine.
La película mezcla diversos géneros fílmicos: es parte comedia, parte drama y parte documental. Los residentes del hogar de cuidados, como el propio Sergio, son genuinos, ¿hasta qué punto lo que ocurre responde a un guión y los personajes siguen un diálogo prestablecido o a partir de dónde inicia la ficción? Eso es algo que no es fácil de determinar y creo que allí reside el encanto y la mayor virtud de esta película, en que es una histora que trata sobre el olvido en el que caen nuestros mayores, sobre la lucha de ellos contra la modernidad, contra el tiempo, la soledad y la muerte. y que es puesta en escena por personas y no por personajes. Ehorabuena a la directora Maite Alberdi por esta nueva demostración de su talento y el mayor de los éxitos en todas las premiaciones en las que sea incluida El agente topo.