
Denis Villeneuve es un nombre conocido y respetado dentro del cine actual, especialmente por sus recientes proyectos de ciencia ficción, Arrival, Blade Runner: 2049 y la esperadísima Dune, a estrenarse más tarde este año. Pero antes de dedicarse tanto a este género, el director de origen canadiense filmó varios dramas intresantes no sólo por su trama sino por la calidad técnica que mostró desde un principio. Hace un par de meses reseñé otra de sus películas, Incendies (para leer la reseña haz click aquí) y ahora hablaré de una cinta anterior a esa.
Estrenada en 2009, Polytechnique se basa en los testimonios de los supervivientes del drama ocurrido en la Escuela politécnica de Montreal, el 6 de diciembre de 1989. Aunque la mayoría de los tiroteos en casas de estudio en las últimas décadas han ocurrido en territorio estadounidense, los americanos no tienen la exclusividad de esta violencia. Estudiantes y personal directivo y educativo han sido víctimas en países tan dispares como Alemania y China, tan opuestos como EEUU y Rusia y tan cercanos a nosotros como Chile y Argentina; Finlandia, Bélgica, Nigeria, entre otros, han sufrido la violencia y la tragedia provocada por individuos solitarios, rencorosos, descontentos y también de grupos extremistas, ¿qué lleva a una persona a cometer un acto de esta magnitud? ¿qué hace que alguien decida canalizar su odio, su inconformidad, contra una masa en lugar de un rostro particular? Esas son algunas de las preguntas que vienen a la mente mientras se miran los acontecimientos que se suceden en la pantalla en la película de Villeneuve.
Los hechos se cuentan a través de los ojos de Valérie y Jean-François, dos estudiantes cuya vida dio un vuelco cuando el hombre entró en la escuela con la idea de asesinar a varias personas; pero ¿cuál era el target? ¿cualquier estudiante? ¿profesores? ¿directivos? No. Lo que el asesino deseaba era asesinar al mayor número de mujeres posible.
Al ingresar a un aula de clases, con el rifle en la mano, el tirador separa a los hombres de un lado y las mujeres del otro; luego, ordena a los hombres a salir del aula y dispara contra ellas. En el transcurso de la cinta podemos oír la voz en off del tirador y conocer su justificación para tal hecho. Su odio es contra las feministas a quienes acusa de haberle arruinado la vida.
El feminismo y los femicidios están tomando mayor cobertura en los últimos años. A pesar de seguirse prepetrando esto actos tan viles, ahora hay un mayor foco sobre ellos, denuncias más airadas e inmediatas que antes (también ayudan la tecnología y las RRSS) y ambos, femicidio y feminismo, son temas de amplio interés actual. Sin embargo, no son nada nuevos. Para muestra esta película de 2009 basada en un acontecimiento de 1989. Hace más de treinta años que este sujeto ingresó a una casa de estudios para, en sus palabras, asesinar feministas. Claro que la cuestión viene de mucho más atrás, pero la intención es mostrar cómo esta historia, a pesar de haber ocurrido el siglo pasado, sigue tan vigente como entonces.
Además de la acertada decisión de haber filmado la cinta en blanco y negro (lo que hace que las escenas en donde hay sangre se vean más dramáticas y menos grotescas) las tomas, los ángulos, la luminación y la perspectiva, son manejadas por Villeneuve con genialidad. La historia es dura de seguir por lo que se cuenta y es una trama que no quisiéramos hubiera ocurrido o volviese a ocurrir, pero la forma en que está contada y filmada, hace que disfrutemos la experiencia fílmica. Si no conocen los trabajos previos del director canadiense, les recomiendo ver Polytechnique y también Incendies, historias que no les dejarán indiferentes y películas que harán eco en sus cabezas después de haber acabado los créditos.