Insalvable distancia (Eileen)- #Reto12Votos Semana 101 - Distancia - (7)

Estimados lectores y amigos de nuestro #Reto12Votos, la Semana 100 quedó atrás como un logro maravilloso y como un firme peldaño para seguir avanzando hacia nuestro nuevo reto dentro del reto: la semana 200.

En esta semana 101, ya comenzamos a acortar distancia, allá vamos Semana 200. Y para esta semana decidí reatomar un hilo que había dejado suelto: Eileen. Para que puedan facilmente ponerse al día dejo el link del último fragmento (Nº 6):

La distancia se había convertido en un ingrediente que su organismo no lograba digerir. Era como si le colocara doble dosis de vinagre a la vinagreta y todo lo que consumía se macerara en dicha sobredosis. En el invierno, acusó al frío y a la soledad causada por la pandemia; en primavera a las flores que le recordaban a su amada Elba y llegado el verano, a las parejas y grupos que, aunque con sus tapabocas, disfrutaban de restaurantes o de un día de playa. Sergio, no era capaz de sobreponerse a la distancia. Porque de hecho hay distancias y distancias. La muerte había construido una distancia insuperable entre Elba y él.

A veces el vacío era tan grande que le dolía escuchar risas. Se refugiaba en la soledad que le permitía el distanciamiento social y como mucho respondía con una leve inclinación de cabeza a quienes lo saludaban cortesmente. Sin embargo reconocía que su hermana tenía razón, ya pronto entraría el otoño, se cerraba el ciclo y comenzaría uno nuevo. Él debía seguir ese ejemplo y abrir las puertas a la vida, a la esperanza. Dejó escapar un suspiro y miró el cielo despejado. La vida estaba allí, llamándolo.

Eileen también dejó escapar un suspiro. Cerró el libro. Pasó la mirada por el título, Distancia insuperable, y se detuvo unos momentos detallando el nombre del autor; Mllg, un seudónimo. Seguramente era una mujer quien lo había escrito. Las autoras utilizan seudónimos con mayor frecuencia que los hombres.

Habían pasado casi dos meses desde su visita al consultorio del médico, la primera serie de estudios dio paso a otros y a un estricto tratamiento que comenzó por un aislamiento físico casi absoluto.

Entre el grupo de recipes, había una nota donde le solicitaba una entrevista a solas y con gran discreción. Eileen pensó que a Roberto la agitación de la pandemia lo estaba llevando a la paranoia. Pero ante su desconcierto y protestas, Roberto le pidió que confiara en él y soltó la bomba:

- Confía en mí, Eileen. Es necesario desintoxicarte y evitar nuevas dosis.

-¿Desintoxicarme? ¿de qué? ¿cómo? No entiendo.

-Por favor, confía en mí. Por Robert, Eileen, confía en mí.

Eileen había confiado, aunque con centenares de inquietudes. Y con el máximo distanciamiento social y la mayor privacidad, estaba prácticamente recluida en el refugio de montaña, donde había compartido con Robert hermosos momentos, disfrutando de los deportes de invierno o de las suaves temperaturas durante el verano. Ni siquiera Montsy había llegado hasta ese encierro. Siguió al pie de la letra las recomendaciones de Roberto, el doctor, y esperaba la última oleada de analíticas y la conversación que tenían pendiente. Sus mareos casi habían desaparecido. El tratamiento estaba dando buenos resultados, pero...¡tenía muchas dudas por despejar!

Venían actuaciones difíciles y tragos amargos.