Todos tenemos sueños, metas y esperanzas, pueden cambiar o transformarse en el camino, algunas pueden ser sencillas de cumplir y otras necesitarán de más esfuerzo y tiempo. El detalle está en si tomamos la decisión de perseguirlos y cumplirlos. Incluso después de recibir golpes, caer, y tocar fondo. Eso, para mí, es vibrar alto.

No es un sentimiento de grandeza, ni se trata de ser mejor o peor que los demás. Es más, los demás no tienen nada que ver, esto es algo solamente tuyo y eres el único que puede tomar las decisiones; y será problema tuyo si son las correctas o incorrectas, luego te quedará tomar nuevas decisiones.

Me considero una persona con miedos y que si estoy sola en un camino lo abandono fácilmente, también sé que me cuesta dar el primer paso. Aún así, me gusta crear e imaginar planes o proyectos gigantes que aunque no sepa cómo van a terminar me ilusionan, y cuando decido lanzarme a probarlos suelen haber buenos resultados. Para muestra, véase mi blog de Hive, jajaja... Creo que nunca me había sentido tan bien simplemente escribiendo (algo que definitivamente no es mi fuerte) y con tantos planes por venir, y todo fue solo por intentar tener un ingreso extra.

En fin, agradezco tener la habilidad de poder volar alto y gozar de la belleza de simplemente intentarlo.