Hay días que comienzan con pensamientos vagos... Otros, con pensamientos específicos que no se apartan de tu mente.

Quizás el estrés diario, hace que muchas veces olvidemos lo realmente importante y es aquello que estamos sintiendo desde nuestro rincón más profundo, ese que llamamos alma.

Me desperté pensando en muchas cosas, la situación que estamos viviendo tanto a nivel mundial como en mi país.

Hoy debo ir a hacer el intento de surtir combustible para mi vehículo parado desde hace un mes por falta del mismo, cosas que pasan y no deberían, pero que están y son parte del día a día.

Todas esa cosas nos hacen olvidar a veces quienes somos, que sentimos verdaderamente, si estamos contentos con las cosas que hacemos. Y se trata de algo más que el estrés casi normal de este año que ha sido vertiginoso y no nos ha dado tiempo de reaccionar.

Desde que comencé a escribir, al principio lo hacía de forma deportiva (eso quiere decir no dedicadamente).

Cuando comenzó la cuarentena eso cambió, y ha provocado en mí un deseo de cambiar también, me ha dado el espacio y el empuje necesario para saber lo que deseo hacer en los próximos años a partir de ahora.

Escribir y tener éxito no es fácil, pero estoy segura de que con dedicación, documentación, humildad, internalizar que no sabes nada y que cada día alguien puede enseñarte algo nuevo, quizás hasta esa personas que crees saben menos que tú por tener menos tiempo en este camino, todo ello te conduce sin duda alguna, a triunfar en este intento.

Decidir romper con lo que ya no te hace feliz, es parte de la vida.

Emprender y atreverte a realizar tus sueños, también lo es. Nunca digamos no a algo que no conocemos sin siquiera haberle dado la oportunidad de revelarse ante nuestros ojos.

La vida es hoy, rompamos con lo que no nos hace felices ya (aplica para todo en la vida).

Siempre debemos salvaguardar nuestra integridad emocional y sentirnos plenos, felices y si no es asi, al menos, sentirnos en paz.

Hoy, amanecí pensando en lo que ya no me hace feliz, soy persona de romper cadenas que tiendan a dañarme, no me considero suicida emocional, eso jamás, amanecí pensando en mi próximo destino, los comienzos asustan, dan un poco de temor, pero también son emocionantes si los miras con optimismo. Si tienes éxito, fabuloso, y si no, algún aprendizaje queda.