¿Qué ves en esta imagen?
Con esta imagen di inicio al taller que dicte esta semana vía WhatsApp, que titule "Transforma tus diálogos internos".
Me inspire en una historia que me contó mi papá hace unos años atrás, le gusta valerse de metáforas, cuentos e historias para transmitir un mensaje o enseñanza. Ese día tomó una hoja blanca y simplemente dibujó un punto y nos preguntó ¿Que ven aquí?, mis hermanas y yo respondimos casi al unísono y sin pensar: “un punto negro”, y luego de eso nos contó que alguna vez había leído una historia en la que un profesor hizo la misma pregunta en un salón de clases, y obtuvo la misma respuesta de sus alumnos. La respuesta probablemente para todos sea demasiado “obvia”, pero lo obvio no es precisamente lo más evidente, porque la moraleja de esta historia nos dice que a veces nos concentramos demasiado en los puntos negros, que vendrían representando los defectos, errores, o cosas que no nos gustan, tanto de nosotros como de otros, mientras que extender un poco más la visión y ver el color blanco que representa la mayor parte de la hoja, amplía nuestro horizonte, porque allí están justamente nuestros dones, talentos, nuestra parte luminosa, lo que nos gusta y, lo que no es tan obvio para algunos y por tanto poco valorado.
Nunca olvidé esa historia y cuando estuve pensando en un tema para mi Foro, me vino este recuerdo a la mente y me pareció valioso conversar sobre esas cosas que no nos gustan o que nos limitan y que se encuentran en nuestro interior justamente porque mantenemos nuestro foco en el punto negro.
La verdad, es que me resulta un tema fascinante porque como abogada es uno de las cosas que me ha tocado trabajar más, transformar mis diálogos internos negativos, dejar las críticas, acusaciones, juicios, declaraciones de culpa y tantos otros pensamientos que me anclaban a ser desconfiada, demasiado exigente conmigo y con los demás, poco flexible y hasta justiciera, así del tipo del “vengador anónimo”.
Un diálogo interno, es aquella conversación que tengo día a día conmigo mismo, esa cantidad de pensamientos que van y vienen y que nos ocupan nuestra cabeza la mayor parte del tiempo. Moldea las creencias que tenemos sobre nosotros y el mundo que nos rodea, repercutiendo de forma directa en nuestros estados emocionales y en la forma de actuar frente al entorno. Ocurren de forma consciente o inconsciente.
Este diálogo puede ser positivo o negativo, en el primer caso, la conversación estaría enfocada a resaltar lo bueno, a darme ánimo, motivarme a ser mejor cada día, impulsarme para avanzar, crecer, vivir la vida en plenitud y alegría, me lleva a ver permanentemente toda la hoja blanca, consciente de la existencia del punto negro, pero sin darle mayor importancia, porque siempre me lleva a ser parte de la solución y no del problema, me permite valerme de los recursos que tengo y aprender con humildad las enseñanzas o mensajes que me deja cada experiencia vivida.
Mientras que el diálogo interno negativo, nos lleva a mirar solo el punto negro, los defectos, lo que está mal, construirme escenarios pesimistas o derrotistas y esto lejos de potenciarme o catapultarme al éxito me hace sentir mal anímicamente e incluso puede afectar seriamente mi salud si se convierten en pensamientos recurrentes en mi cabeza. Es este tipo de diálogos el que me lleva a “ahogarme en un vaso de agua”, a vivir con temor por lo que creo que va a pasar y a desconfiar de mi capacidad para afrontar los problemas que se me presenten.
¿Sabías que según estudios científicos, se estima que tenemos unos 60.000 pensamientos diarios y la mayoría son negativos, repetitivos y del pasado? 😓
El diálogo interno negativo hace que nos ahoguemos en nuestros problemas, haciéndolos más grandes de lo que son. Es por ello que debemos aprender a gestionar esta conversación interior, dirigiendo de manera constructiva nuestros pensamientos y en consecuencia nuestras emociones y “reacciones” ante las circunstancias que vivimos.
Estos diálogos internos negativos pueden ser de cuatro tipos:
-) Ansiosos: nos llevan a anticiparnos a los hechos e incluso magnificarlos;
-) Críticos: enfatiza las limitaciones, los defectos, los juicios y valora negativamente los comportamientos (propios y ajenos);
-) Victimistas: nos mantiene en el “pobrecito yo”, es el que nos hace creer que todo lo malo nos pasa o que nos persigue una especie de mala suerte que nos pone en un estado de indefensión;
-) Exigentes: es el tipo de diálogo que nos lleva al perfeccionismo y la inflexibilidad, nos conecta con la insatisfacción, porque nunca se es suficientemente bueno como para alcanzar las expectativas que solo nuestra mente proyecta.
- Ésta es la primera pregunta que nos debemos hacer si queremos desenmascarar nuestros diálogos y hacerlos consciente, es el primer paso para abrir un mundo de conocimiento interior y encontrar en nosotros esas respuestas que tanto buscamos afuera.
El modo en que te hablas a ti mismo te define, si lo haces con desprecio o descalificación, cuestionando tu potencial y creyéndote menos que los demás, serás siempre tu propia piedra de tranca, tu peor enemigo. Para conseguir un estado de bienestar tienes que empezar por tratarte con respeto, adoptar una posición amorosa hacia ti mismo y que permanentemente esté resaltando tus virtudes, no tus carencias o defectos, que te anime cada día a respirar y mirar la vida desde el enfoque de “estar vivos”, de apreciar lo que tienes, ser agradecidos.
Todos experimentamos pensamientos negativos en diversos momentos, el problema es cuando se convierten en fijos y permanentemente nos quedamos atados a ellos. Cuando dejamos que este diálogo interno negativo nos domine, nuestros pensamientos pueden volverse recurrentes y nos perdemos en este círculo vicioso, queremos dejar de pensar en eso o abandonar esa conversación y no podemos, afectando nuestras relaciones, salud, emociones y nuestro desenvolvimiento diario.
“Las ideas fijas nos roen el alma con la tenacidad de las enfermedades incurables. Una vez que penetran en ella, la devoran, no le permiten ya pensar en nada ni tomar gusto a ninguna cosa”. Guy de Maupassant
En mi próximo post seguiré desarrollando este tema, particularmente en las herramientas que me han sido de utilidad para transformar esos diálogos internos negativos, y contarles como me terminó de ir en el Foro.
Gracias, gracias, gracias, por tomarte el tiempo de leer estas líneas y agradecida de antemano por tus comentarios. ¿Cuéntame, eres consciente de tus diálogos internos?, ¿te das cuenta si la mayor parte del día sostienes una conversación positiva o negativa contigo mismo? ¿Cuál es tu percepción del mundo?
Hasta las próximas líneas, gracias comunidad #Gems y #Rutablockchain