Chorros de Cura. Aragua, Venezuela.

¡Hola!
Hoy estoy por aquí para contarles esta hermosa travesía que realizaba con cierta frecuencia hace ya algunos años, me gusta mucho viajar, explorar, conocer nuevos lugares y si son rodeados de naturaleza mejor. Sin embargo, por ahora prefiero viajes más relajados para poder llevar a mi hija.

Este maravilloso lugar está ubicado al Sur del Estado Aragua. En un pueblo llamado Valle Morín, sector los Manires, es un lugar muy cálido, lleno de gente acogedora. Para emprender esta excursión primero se debe contactar un guía, él nos orienta en que momento del año es más recomendable subir a los Chorros de Cura según las condiciones climatologías.
En la siguiente foto se muestra un pequeño hilo blanco, el cual es nuestra meta.

Se dice que es el segundo salto más alto de Venezuela, primero tenemos el magnífico Salto Ángel con más de 900 metros de caída libre, aunque estos chorros no son de caída libre, pues están constituidos por de 2 cascadas continuas, las cuales se llaman el Carmen y Guariquito, registran una altura de 350 metros la primera, 220 metros la segunda, por ello son consideradas monumento natural. Son poco conocidas y exploradas por su difícil penetración, es un lugar virgen por decirlo de alguna manera, se encuentran en un entorno 100% natural, esto ha permitido que se conserven en perfecto estado. Los lugareños son muy celosos, el guía es muy estricto en cuanto a la basura, todo lo que uno se lleve debe retornar, empaques, tazas, potes, entre otros.

Es una excursión maravillosa pero requiere de cierto esfuerzo físico, pero bien que vale la pena. Son aproximadamente 4 horas de caminata entre la montaña, por eso es recomendable ir con guías, pues no hay caminerias. El guía va delante con machete en mano para ir despejando el camino, es muy común encontrarse con fauna propia del lugar como culebras, las cuales el señor no mataba si estas no representaban un peligro, solo las apartaba de nuestro camino.

Se debe ir con ropa muy cómoda, zapatos deportivos; yo recomiendo ropa de fácil secado, pues es común tener que atravesar varios pasos de rio. Asimismo llevar agua, mucha agua, frutas como cambur y mandarina. Muchas personas acampan en el lugar para luego descender el día siguiente. Nosotros siempre subíamos muy temprano en la mañana y descendíamos el mismo día.

Durante las 4 horas de ascenso se hacen varias paradas para descansar, comer un poco, recuperar fuerzas y proseguir nuestro camino, en más de una de esas paradas uno siente como deseos de regresarse, por lo agotador del camino, pero no queda otra cosa que seguir adelante. Para este tipo de viajes si uno lleva una vida muy sedentaria como es mi caso, es recomendable unos 15 días antes de la excursión ir preparando el cuerpo con pequeñas caminatas diarias.

Aunque es un recorrido muy duro, al llegar a la cima se olvida todo el esfuerzo realizado al contemplar tanta belleza. Uno va caminando y dándose ánimos, los que ya hemos subido con anterioridad alentamos a los demás, y los guías nos recuerdan lo hermoso que será estar en ese maravilloso lugar.

Aquí provoca quedarse para siempre, sin duda alguna nuestro país es bendito con innumerables riquezas a nivel natural, es un lugar al que cualquiera puede ir si tiene las condiciones físicas necesarias y las ganas.


Las fotos son de mi propiedad @mjmarquez4151, feliz día para todos.