El futuro de nuestros hijos es un enorme globo de expectativas para nosotras como madres. Siempre deseando que el éxito este en cada paso que den.

A los 28 años fui diagnosticada con un TCG (Tumor de células gigantes) en el hombro derecho. Y tengo más de 4 años luchando contra esta enfermedad. Mi pequeña fue concebida con todo el amor del mundo, deseada y esperada durante mucho tiempo. Nació muy saludable y agradezco a todas las deidades por esa dicha. Es una guerrera como su mamá que se formó y nació sin darme ningún trabajo. Fue un embarazo de riesgo extremo por mi condición. Fue decisión y total responsabilidad de mi esposo y mía ya que tuve que dejar el tratamiento para poder tener a nuestra hija, así que tenía cada 15 días una consulta de control para chequear su desarrollo, a las que acudíamos con todo el miedo del mundo en medio de la pandemia.

A las 40 semanas nació nuestra pequeña, la acune en mi pecho y no quisiera separarme de ella ni un instante. Puedo asegurar que ser madre ha sido la etapa de mi vida que más he adorado. Desde que quede embarazada he despertado cada día con la ilusión de hacer algo para brindarle calidad de vida a mi hija y a la familia.

Por toda esta turbulencia que nos ha acompañado es que veo el futuro de María Teresa en cada minuto que se aproxima. Me enfoco en enseñarle, desde ahora que en 3 días cumple 7 meses, que se debe disfrutar la vida al máximo minuto a minuto tratando de ser espontáneos y dejando que los planes que hacemos tomen el camino que la vida permita.

Como toda madre deseo un que mi hija tenga un futuro lleno de muchas cosas buenas. Que logre todo lo que se propone en la vida y pido a las deidades que me permitan acompañarla para ayudarle a adquirir conocimientos, enseñarle que cada persona tiene un gran valor en el mundo y que todos podemos lograr lo que nos proponemos con esfuerzo y dedicación. Espero que ella aprenda que no debemos detenernos frente a ningún obstáculo y que si la vida un día nos juega una mala pasada y tenemos que quedarnos con lo vivido que sean muchas experiencias y recuerdos maravillosos.

Desde que nació María Teresa me he propuesto enseñarle a tener una alimentación saludable y nutritiva, con poco que tenemos, pero se le dará lo mejor iniciando con 6 meses de lactancia materna exclusiva. Con su papa hace ejercicios que van acorde a cada mes, así aprenderá el saludable habito de mantener una condición física activa y disminuirá sus riesgos de enfermedades. Tenemos sesiones de juegos para aprender a medida que crezca ira aprendiendo más cosas acorde a su edad. También le dedicamos al día un tiempo para la lectura, de eso se encarga su abuela, que, aunque estemos lejos se las ingenia para leerle un divertido cuento diario.

Un consejo para todas las madres seria que disfruten a sus hijos cada momento y que no impongan cosas o actividades o carreras que puedan frustrar a sus hijos. Enséñenles a vivir y a disfrutar la vida, les aseguro que nunca se arrepentirán de eso, de vivir simplemente.