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De pronto me vi rebanandole el cuello, perdí el sentido de la realidad, me deje llevar por el placer de cortarla en pedazos, de ver correr su sangre por todo el pasillo, mientras arrastraba su cuerpo, para cortarlo en trozos y arrojarlo a los cocodrilos del zoologico, (me preocupaba que por falta de presupuesto, tuvieran que sacrificarlos cualquier día de estos), aquello era una necesidad de soñar, era como un deseo que busque toda la vida y que al fin lo alcancé, de pronto me gritó como de costumbre y me saco de mi placentero letargo: "ve a sacar la basura" ímbecil, era Angeline, mi esposa y pesaba casi trescientos kilos.

Estas fantasías, me venían ocurriendo ya muy seguido, mi mente y yo, nos acostumbramos a jugar con los colores de la sangre, con los sonidos de la sierra, de los cortes, eramos cómplices y lo peor es que cada vez sentíamos mayor placer, mayor complicidad, cuando esto ocurría, era una sensación de satisfacción tan intensa, que me babeaba de placer.

Me encogí de hombros y salí a botar la basura, aproveché para fumar un cigarrillo, y mientras trataba de retomar mi fantasía ella se asomó a la puerta y me gritó: " Si estas fumando, entra por la puerta de atrás, sabes cuanto odio el olor del cigarrillo".

No entré, tampoco pude retomar mi fantasía, así que me fui por la calle, me divertía mucho el pensar que el detective de homicidios en vez de porqué, me preguntaría: "por cual" motivo la mató?.

Volví tarde en la noche, observe a mi vecina fumando en el jardín, la contemple por un momento, súspire y entré. Al adentrarme en la casa, alcancé a escuchar sus ronquidos, entre otros ruidos que hacía aquella masa amorfa, esa con la que caí pérdidamente enamorado hace ya mas de treinta años, la observé en silencio, me quede mirando fijamente su espalda, su tatuaje de mariposas, que ya de lo lejos, no alcanzaban a verse entre ellas, un escalofrío recorrió mi cuerpo, sacudí la cabeza y busque algo que comer preguntándome: "Como diablos me fui a casar con aquella mujer".

Me quede en el sofá, viendo la televisión, sin volumen por supuesto para no despertarla, intentaba leer los labios de Tom Hanks pero no hizo falta, de pronto empezó a correr y no paró hasta que terminó la película, suspire, "Que envidia".

El otro día, imaginé que se había ahogado con el kilo de maní tostado que me había hecho comprarle, yo estuve durante mucho tiempo tratando de hacerle la maniobra de Heimlích, y no hubo forma ni manera, de hecho, cuando logre asirla para ejercer presión, me di cuenta que solo era una teta, así que solo me limite a observarla mientras cambiaba de colores, pero el pensar que no tendría que deshacerme del cuerpo no me satisfacía ya que seria muerte natural y yo bueno, yo solo quería cortarla.

Me interrumpió nuevamente en mi letargo, quería tomar un baño.

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Al fin llegó el lunes, desperté a las 4:00 am, demasiado temprano para un empleado de medio tiempo con un segundo empleo a las 3:00 pm, que me garantizaba el estar en la calle, lejos de ella, al menos hasta las 9:00 pm, así que me lamenté pero ya era tarde, preparé café, y medio calenté el pan pero fue inutil, el olor la despertó, me pidió su acostumbrado desayuno, de tres hamburguesas con queso y gaseosa, (No se como podia tomar gaseosa a esa hora), y aproveche para prepararle el almuerzo y dejárselo en la nevera, hasta que la vecina viniera a alimentarla, a eso del mediodía. Yo le había advertido que tuviera cuidado, no la fuera a confundir con un trozo de pollo y se la tragara de un bocado, seria una lastima, (en verdad tenia un culo que yo también había pensado mas de una vez en comérmela).

Tal había sido mi normalidad durante los últimos diez años, y a pesar de que la quise mucho, aun la quiero, con todo lo que he pasado con ella, creo que me he ganado el derecho a, bueno si, a cortarla. (Perdón divagaba). Esa noche ella esperó mi llegada en la noche, para reclamarme que se moría de hambre, mientras yo negaba con la cabeza, muy en el fondo sabia que si dejaba de alimentarla, por lo menos viviría tres meses mas, con esa reserva de grasa, tan grande como el fort knox.

La alimenté, tenía un antojo, así que le ordené dos pizzas, (con doble queso y aceitunas), como la primera vez, como cuando nos conocimos, pero ahora con una gaseosa de tres litros, y comenzó a cenar, yo la ví y perdí el apetito, así que me excuse, salí rápidamente de ahí, y no habían pasado veinte minutos, cuando me llamó con cariño nuevamente, me le acerqué con algo de miedo, falsa alarma, solo quería que le alcanzara el maní.

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No encendí el televisor, opté por leer un libro (Mobydick), y estuve un rato leyendo, adentrándome en aquella leyenda de una ballena asesina, pensé en harponearla, no dejaba de soñar con destrozar aquella criatura que me estaba haciendo perder la razón con sus abusos diarios, y sus reclamos constantes de que ya no la deseaba, ufff.

Recordé mi fantasía con el maní y me reí un poco para mis adentros, salí a botar la basura y me encontré con una visión que aun conservo, era mi vecina y su enorme.....perdón, era ella. Allí estaba, fumando un cigarrillo, cuando me vio, trató de esconder algo, como disimular sus lágrimas, pero ya yo lo había notado, ella lo supo, y solo sonrío con amargura.

Me contó que su esposo se había largado con todo su dinero, y le había dejado dos hipotecas y unas deudas impagables, en fin que estaba desesperada, mientras yo solo podía ver aquel hermoso cuerpo que se presentaba ante mi tan vulnerable que, no podía desaprovechar esa oportunidad.

Le dije que no se preocupara, que ya encontraría algo o "alguien" que la ayudaría, y así fue, esa noche tracé mi plan macabro, nada podría fallar, esa era mi oportunidad de ser feliz, y no la iba a desperdiciar.

Le pedí fuego para acercarme, y comenzamos una platica que tendría consecuencias inimaginables para aquellas tres almas tan particulares.

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En la mañana me puse en acción de una vez, salí como lo hacia todos los días, solo que esta vez me metí a casa de Brigitte, y no me fui con rodeos, le explique lo del seguro de Angeline, que eran 500.000 dolares y que ella conocía bien mi situación, que aquello podía considerarse un acto de humanidad, liberar a Angeline de su carcel de grasas y carbohidratos, mientras terminabamos los dos, en Mexico, tomando tequila y fornicando como un par de adolescentes con dinero.

Ella no lo pensó dos veces, me miro a los ojos y me dio un beso, como sellando nuestro trato, allí hicimos el amor, y confirmé lo que tanto sospechaba: "Su culo era hermoso"

El plan consistía en que yo me iría, como todos los días a trabajar, y ella al darle la comida, le ahogaría con cloroformo y unas almohadas, y yo al volver del trabajo, en la noche, la encontraría ya bastante muerta, el plan era perfecto, aunque debía abandonar mis sueños de cortarla en pedazos y alimentar a los pobres cocodrilos, me resigne, ya tendría oportunidades mas adelante, en Mexíco.

Así que me fui a mi turno de la tarde, y al sálir como todos los días, compre el maní y la cena para cuatro, que ella tomaría como siempre, para luego pedir su maní.

Me levanté a las tres de la mañana, no podía dormir, le prepare lazaña para el almuerzo, se lo había ganado, le serví sus tres hamburguesas, le dí un beso en la frente que la sorprendió y me fui a trabajar.

Llegué como a las nueve y treinta a la casa, todo estaba en silencio, lo primero que ví al entrar era que las luces en casa de Brigitte estaban apagadas, y la casa completamente abierta, me pareció extraño, pero no le di importancia.

Cuando entre a la habitación, el corazón se me heló ante lo que ví, no se explicarme como, pero aquella masa amorfa, se hallaba en el piso, y solo podía distinguirse a un lado de Angeline, aplastadas, las hermosas piernas inertes de Brigitte.

Ella solo me miró diciendome que mientras aquella mujer peso pluma, intentaba ahogarla con una almohada, ella hizo un esfuerzo por defenderse y cayó encima de la pobre, que no podía moverse y que ella antes de morír alcanzó a contarle una historia fantastíca de un seguro de vida, que ella había dejado de pagar hacía mucho tiempo.

Dicen que el destino siempre nos dá un poco mas de lo que merecemos, y tienen razón, déspues de un esfuerzo sobrehumano, logré sacar de debajo de Angeline el cuerpo de Brigitte, y al final, cada quien obtuvo lo que quería, Angeline logro que yo volviera a prestarle atención, Brigitte logró salir de todos sus problemas, y yo, bueno..... A mi ya solo me falta un viaje al zoológico, solo me falta una parte para volver a la normalidad, de todo ese hermoso cuerpo de Bigitte, solo falta echarle a los cocodrilos, el culo.

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