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Saludos, comunidad
Me encanta que hayan dado apertura a la iniciativa de esta semana en torno al tema religioso, no había tenido la oportunidad para participar antes, pero hoy en este domingo de descanso para mí, he decidido reflexionar sobre esta iniciativa, que aun cuando aparente ser algo polémico, susceptible y delicado, que incluso se prohíbe en la plataforma para no generar controversia, en lo personal me gusta lo relacionado con las religiones, un tanto para comprender, más que juzgar y sobre todo respetar nuestra diversidad, por esta razón comparto mis aportes.
Comencemos.
Desde una postura del conocimiento hacia lo social y lo subjetivo, considero que la religión es un aspecto común en la historia de la humanidad y a su vez nuestra mayor diferencia, por ende, decido asumirlo como un hecho multicultural, esto en primera instancia permite asimilar que las religiones son sistemas de creencias, simbologías, prácticas y modos de vida que varían según cada contexto y grupo social, lo cual las personas tenemos razones para valorar, siendo capaz la religión de institucionalizarse, para mover grandes masas, quienes enfocan su modo de actuar al margen de algunos dogmas que responden a una o varias existencias “superiores”.
Pienso que, el asunto se complica cuando se contraponen nuestras “verdades” por encima de otras y cuando se trastocan los códigos morales y éticos de las personas, de allí que el tema religioso recobra tanta relevancia a nivel mundial, generado inclusive históricos conflictos con alcance bélico en las últimas décadas, que ya conocemos.
También, es conocido que la mayoría de religiones tienen gran incidencia hacia la espiritualidad, la humanización, la solidaridad y la atención social, no obstante, estoy convencida de que las religiones no son estrictamente necesarias para el desarrollo humano, aun cuando nos permite comprender o explicar los comportamientos y actitudes psicosociales, existes personas no creyentes ni practicantes que aseguran mantener modos de vida saludables, tranquilos, sin que su vida o decisiones dependa de una religión para su “buen vivir”.
Somos historia
En mi propia experiencia nunca me he asumido como parte de una religión, aun cuando de niña fui bautizada en la iglesia católica, algo que nuestros padres o madres no nos consultan, ni tampoco les podemos culpar por tal decisión, ya que el bautizo se impuso como practica o costumbre en el continente Americano durante el proceso de la colonización, lo cual además, estaba preestablecido en los escritos de la biblia e interpretado progresivamente en cada religión, con esto quiero decir que, somos los que somos por nuestras historias, o como citaba Eduardo Galeano esta frase: “Estamos hechos de historias”.
De allí que, con cada vivencia, intercambios de experiencias, conocer personas de diversas religiones o no creyentes, estudiar en la universidad y sumergirme al mundo laboral, me permitió de adulta deconstruir para construir mi propia historia con una filosofía de vida más digerible, amable y ligera, lo cual no ha sido fácil.
Luego que me bautizaran, al convertirme en adolescente hice casi obligada la primera comunión, siento que nunca compartí ni me nació el sentimiento de asistir a misa, me incomodaba que la señora de catequesis me regañara y obligara a persignarme cada vez que viera durante la misa la imagen de Jesús crucificado, que me exigiera algunos comportamientos y luego no me diera el ejemplo en la calle cuando la escuchaba decir groserías o pegar gritos, algo que nos exigían constantemente en la iglesia, comprendí que la religión no era el problema, sino las personas, con sus contradicciones e incoherencias humanas, cuando exigen lo que no quieren dar.
Posteriormente, recuerdo mi primer semestre en la universidad, cuando me asignaron en antropología filosófica realizar un ensayo del cristianismo, no hubo peor texto que pude escribir en mi vida que ese y el que más marcó mi vida hasta ahora, tuve que leer la novela del Mundo de Sofía de Jostein Gaarder, más ver la película basada en el libro, repasar la biblia y no sé cuántos otros textos revisé, al punto que lloré de frustración para realizarlo, aquel proceso no lo disfruté para nada, siento que hubo un ante y un después, porque era un abre boca para confrontar mis conocimientos y llevarlos luego a un filtro, que me permitieron ampliar mi perspectiva sobre el mundo.
Yo elijo
Progresivamente, me he dejado fluir hacia un estilo de vida, que incluso muchas veces me han confundido con alguna religión, por ejemplo: cuando digo que no tomo café, me asumen como mormona, cuando digo que no como carne, me asumen como adventista, cuando digo que no tomo alcohol me dicen cristiana, cuando afirmo que no digo groserías me dicen evangélica, cuando digo que mi esposo no es creyente y yo sí, nos dicen diabólicos, otra veces nos dicen budistas, espirituales o hippies. Las segmentaciones y etiquetas vienen de las preconcepciones y prejuicios, siento que no es sano comparar nuestro actuar y siempre intentar encajarla dentro de algo para “normalizarlo”, comprender o aceptar.
Yo elegí construir mi propio templo en mi interior, es la morada donde necesito cultivar la paz, mediante formas de vida que yo quiero, desde mi experiencia, elijo ciertas cosas simplemente por salud y amor propio, de allí que nazca el respeto para extenderlo a otras personas con claridad y sabiduría, actuando conforme a mi verbo.
Pienso, que a medida que las nuevas generaciones avancen, muchos estigmas, tabúes y dogmas ortodoxos se transformaran según las exigencias y necesidades de nuestras sociedades, aun cuando puedan pasar muchos años, aprenderemos a ser capaz de amar lo “diferente” para el bien común, ¿dependerá desde que perspectiva se enfoque desde ahora.?, ¿será con religión o sin ellas?, me pregunto también: ¿es posible la convergencia de tanta diversidad?.
Cada religión al final, tiene su propia versión del amor, todas hablan de lo mismo: la búsqueda de la felicidad y la paz, en el cristianismo se habla del perdón, en el budismo de la paz interior, la iglesia católica promueve la consolación de los corazones, las creencias milenarias de algunas tribus se basan en la conexión con la naturaleza para la sanación. De esta manera, estoy segura que la reconciliación humana viene de la auténtica bondad, el desinterés y el honesto amor de hacer el bien sin mirar el quien, para compartir en este hermoso planeta.
Invito a participar: @eliigonzalez y @anamariag
English version
Greetings, community
I am delighted that you have opened this week's initiative around the religious theme, I had not had the opportunity to participate before, but today on this Sunday of rest for me, I decided to reflect on this initiative, that even when it seems to be something controversial, sensitive and delicate, which is even prohibited on the platform to avoid generating controversy, personally I like what is related to religions, so much to understand, rather than judge and above all respect our diversity, for this reason I share my contributions.
Let's begin.
From a posture of knowledge towards the social and subjective, I consider that religion is a common aspect in the history of humanity and at the same time our greatest difference, therefore, I decide to assume it as a multicultural fact, this in the first instance allows to assimilate that religions are belief systems, Symbologies, practices and ways of life that vary according to each context and social group, which people have reasons to value, being able to institutionalize religion, to move large masses, who focus their way of acting outside of some dogmas that respond to one or more "higher" existences.
I think that the matter becomes more complicated when our "truths" are opposed over others and when people's moral and ethical codes are disrupted, which is why the religious issue has regained so much relevance worldwide, even generating historical conflicts with a warlike scope in the last decades, as we already know.
It is also known that most religions have a great impact on spirituality, humanization, solidarity and social care, however, I am convinced that religions are not strictly necessary for human development, even when it allows us to understand or explain the psychosocial behaviors and attitudes, there are non-believers and practitioners who ensure that they maintain healthy and peaceful lifestyles, without their life or decisions depend on a religion for their "good life".
We are stories
In my own experience I have never assumed myself as part of a religion, even though as a child I was baptized in the Catholic Church, something that our fathers or mothers do not consult us, nor can we blame them for such a decision, since baptism was imposed as a practice or custom in the American continent during the process of colonization, which was also pre-established in the writings of the Bible and interpreted progressively in each religion, with this I mean that we are who we are because of our stories, or as Eduardo Galeano quoted this phrase: "We are made of stories".
Hence, with each experience, exchange of experiences, meeting people of different religions or non-believers, studying at university and immersing myself in the world of work, allowed me as an adult to deconstruct to build my own story with a philosophy of life more digestible, friendly and light, which has not been easy.
After I was baptized, when I became an adolescent I was almost forced to make my first communion, I feel that I never shared nor was born the feeling of attending mass, I was uncomfortable that the lady of catechesis scolded me and forced me to cross myself every time I saw the image of Jesus crucified during the mass, I understood that religion was not the problem, but people, with their contradictions and human inconsistencies, when they demand what they do not want to give.
Later, I remember my first semester in college, when I was assigned in philosophical anthropology to write an essay on Christianity, there was no worse text I could write in my life than that and the one that marked my life so far, I had to read the novel Sophie's World by Jostein Gaarder, plus watch the movie based on the book, I had to review the bible and I do not know how many other texts I reviewed, to the point that I cried with frustration to do it, I did not enjoy that process at all, I feel that there was a before and an after, because it was an opening to confront my knowledge and then take it to a filter, which allowed me to broaden my perspective on the world.
I choose
For example: when I say I don't drink coffee, they assume me to be a Mormon, when I say I don't eat meat, they assume me to be an Adventist, when I say I don't drink alcohol they call me a Christian, when I say I don't swear they call me an Evangelical, when I say that my husband is not a believer and I am, they call us devils, other times they call us Buddhists, spirituals or hippies. The segmentations and labels come from preconceptions and prejudices, I feel it is not healthy to compare our actions and always try to fit it into something to "normalize", understand or accept.
I chose to build my own temple inside me, it is the dwelling where I need to cultivate peace, through ways of life that I want, from my experience, I choose certain things simply for health and self-love, hence the respect is born to extend it to other people with clarity and wisdom, acting according to my verb.
I think that as the new generations advance, many stigmas, taboos and orthodox dogmas will be transformed according to the demands and needs of our societies, even though many years may pass, we will learn to be able to love what is "different" for the common good, will it depend on the perspective from which it is approached from now, will it be with religion or without it, I also wonder: is it possible the convergence of so much diversity?
In the end, each religion has its own version of love, they all speak of the same thing: the search for happiness and peace, Christianity speaks of forgiveness, Buddhism of inner peace, the Catholic Church promotes the consolation of hearts, the millenary beliefs of some tribes are based on the connection with nature for healing. In this way, I am sure that human reconciliation comes from authentic kindness, selflessness and honest love to do good without looking at the who, to share on this beautiful planet.
I invite to participate: @eliigonzalez and @anamariag
Traductor/Translator: Deepl
Banner: Canva y bitmoji
Separador/Separador: Canva
