Evidentemente ninguno lo es. Lo que ocurre es que la diferencia hoy es tan intensa como indeterminada y, si bien ignoro de lo que se trata, el aviso ha estado presente, insistentemente, todo el día. La sensación me hace recordar una ocasión, hace un par de años, en que uno de mis hijos tuvo la percepción de que algo importante faltaba en el mundo, por haberse perdido. Así lo expresó él y eso lo inquietó y hasta podría decirse lo angustió mucho; luego se le pasó, aún cuando no supo específicamente a cuál suceso correspondió su experiencia.
No puedo asegurar que se trate de lo mismo, solo imagino similar la intensidad de lo que siento a la experimentada por él esa vez. Ni siquiera me parece sea una pérdida, pero sí un Gran Cambio, de modo que aquí lo registro, por si acaso tengo noción precisa a posteriori. De ser así, les comentaré.