dónde estás, mar embravecido
dónde
para echarme a tí
a que no me gritas, océano
atrévete
yo misma te callaré
osadía que pagarás muy caro
volviéndote galaxia contra los peñascos
rompiendo tu rugido de vidrio
¿quién te dijo que a las arena puedes hacerla añicos?
tú, con tus ondas, con tus olas
y tus ruidosas oceánicas ínfulas
tú, mar
con tu descontento lleno de ciegas criaturas
tú
pasaste por alto que...
...yo tengo una balsa
en el cuenco protector de sus manos
en sus dedos de aurora
en sus signos boreales
en el sol de medianoche
soy el blanco de mis pasos sobre el camino blanco
mi balsa
pasa
y tú te quiebras en espumas
sin que una huella mía quede allí
mar
solo bruma
océano
