
Todo suena a ayer...
dentro de la oscuridad reposa el claro amanecer, se toma su tiempo y, al llegar, ya está partiendo
es la noche augur de mis abrazos, aunque estén solos, rodeando la inexactitud que nos define
la lealtad a lo impreciso tiene su razón de ser: se ama lo precioso, no lo perfecto
-siempre al revés- de tú a tú y en medio un espejo
me dominan el hambre y la sed, la nostalgia del futuro, y hago mal... pero está bien
el paisaje está de paso, solo permaneces tú, bendito horizonte, con todo y astros y aves y fragancias prometedoras
tengo días esperando al tiempo
Ah, qué se le va a hacer, ya está desnuda la semilla, sin alas y con el corazón cubierto de tierra / ¿qué podemos esperar? / de la lluvia depende
el árbol siente dolor cuando es desarraigado
por alguna extraña razón nos damos los buenos días siendo aún de noche
me guía un niño que a la oscuridad no teme / mientras lo sigo / me empuja el terror que me ha ido ganando