
Y la gente encerrada en su marasmo
Y el encierro es el hambre encallada en el costillar y los espasmos del alma
Y el marasmo es el mar de penas y el costillar es el de la nave náufraga
Naufragio de los sueños, zozobra de toda una vida, dolor que ni la muerte calma
Y los peñeros en que pusimos empeño tuvimos que empeñarlos, para no obtener nada
Y mal terminó aquello a lo que creímos dar un buen comienzo
Zarpamos y la zarpa del enrevesado destino nos torció el rumbo, nos escondió la Estrella
Está mala, la Mar, y profunda la oscuridad
Vamos sacudiéndonos hasta volver al revés las náuseas, en este navío despeñado en el abismo abisal
Los rayos del sol no alcanzan a la fría desesperanza
Y, encerrada en su marasmo, la gente, la gente...