
Spoiler Alert: el presente post revela información sobre el desarrollo de los acontecimientos en la película.
Hace algunos días se estrenó en la plataforma de Netflix la película Bird Box protagonizada por Sandra Bullock y que además cuenta con la actuación de figuras como John Malkovich, Sarah Paulson y Jacki Weaver, entre otros. Se trata de una adaptación cinematográfica de la novela del mismo nombre escrita por Josh Malerman, publicada en 2014.
En pocas palabras, se trata de un thriller post apocalíptico sobre un futuro, no muy lejano, en el que una invasión alienígena provoca una ola de suicidios masivos entre los seres humanos. Atrás quedaron aquellos extraterrestres antropomórficos que venían a invadirnos en sus platillos voladores, armados con sus rayos láser. En los últimos años, los seres de otro planeta que han sido representados en la gran pantalla han migrado a formas físicas heterodoxas y a características también nuevas, o en varios casos desconocidas, misteriosas, para la humanidad. Tal es el caso de A quiet place o la magistral Arrival, una de las mejores películas que he visto sobre el tema alienígena.
Sin embargo, aunque estos seres generan el caos en Bird Box la película no es tanto sobre ellos, como sobre la humanidad y sobre la capacidad de adaptación y el instinto de supervivencia de una especie que en muchos casos no logra pensar como tal.
Si en A quiet place era imperioso no hacer ningún ruido porque los visitantes tenían un sistema auditivo super desarrollado, en Bird Box lo vital es mantener los ojos cerrados, cubiertos, vendados, porque a través de ellos entra la perdición para las personas. El detalle de tener los ojos cerrados establece la condición de donde se derivan los momentos de mayor tensión de la película y resulta algo innovador en el género. Sin embargo, a pesar de este toque diferente, los giros de la trama son tan predecibles que no hace falta haber leído el libro para intuir lo que va a ocurrir.
Siento que la película desaprovechó algunos elementos en la trama que pudo haber explotado más (quizás ese defecto provenga del libro, pero siendo una adaptación ¿no podían haber aportado algo más?) y entre las cosas predecibles y las escenas forzadas, el verdadero suspenso no termina nunca de llegar a su punto máximo. Otra cosa que se desaprovechó fue el reparto. En lo particular Bullock no me parece una actriz sobresaliente, yo no la incluiría en el Olimpo de la actuación mundial porque considero que en la mayoría de sus papeles cumple sin pena ni gloria. Pero, al margen de mi opinión, se trata de una actriz reconocida, ganadora de un Premio Oscar. Y si sumamos a Paulson y a Malkovich tenemos un elenco que parece haberse constituido para atraer a los espectadores, reconociendo, quizás sin pretenderlo, que estos nombres eran necesarios para captar un público que no vería la película por sí misma.
La historia principal de la película es la supervivencia de Malorie (Sandra Bullock) junto a sus hijos y al final consigue llegar al refugio al que se dirigía. Para muchos sería un final feliz ¿cierto? pero no lo es. Al menos, no para mí. Durante toda la película, las personas se ocultan y huyen de los invasores alienígenas. En ningún momento los combaten. Lo que quiere decir que ahora el planeta tierra les pertenece, o al menos, ellos son los que mandan. Los seres humanos, otrora dueños del planeta, acaban entonces como ratones en su ratonera. Unos ratones que, además, son en su mayoría ciegos. La raza humana se dirige a ciegas hacia su exterminio. Sólo ha conseguido retrasar un poco la derrota en una batalla que ni siquiera ha podido pelear.
Sopesando los aspectos positivos y negativos de la película, considero una puntuación de 6/10 premiando lo original de algunos detalles y reconociendo que, a ratos, la película entretiene; pero castigando también el desaprovechamiento de algunos elementos y la incapacidad de este supuesto thriller de mantener el suspenso característico del género.