Fuente: http://mateandofederal.com/leyenda-de-la-flor-del-cardon-salta-ar/
En la tierra simbólica de la patria, patrimonio mundial de la humanidad, mi querida ciudad de Humahuaca de la provincia de Jujuy, Vivian muy contentos los indios omaguacas, un lugar hermoso y placentero para habitar, lugar encantado con hermosas montañas en contraste a la verde llanura.
Fuente: http://www.argentina.travel/es/patrimonio/quebrada-de-humahuaca/9#.WCtM3NXhCM8
En la era prehispánica estas tierras poseían una hermosa espesura, su tierra fértil ideal para la agricultura, los indígenas omaguacas, plantaban diversos alimentos, especialmente el maíz, este producto era la base de sus comidas.
Esta comunidad de indígena siempre se destacó por su pacifismo y cordialidad, prestos a recibir indígenas de otras comunidades, hábiles agricultores, sabían cómo sacar mejor provecho de la tierra, por esta conducta ejemplificada de los indígenas, la pachamama favorecía la siembra del maíz, las cosechas mejoraban año tras años, los omahuacas Vivian felices de la agricultura, todos los años hacían una ofrenda a la madre tierra en gratitud a la cosecha, festivales que duraban varios días en honor a la pachamama.
Estas bondades no existían en otras aldeas vecinas, los indígenas vecinos vivían envidiosos de la suerte de la agricultura y la prospera tierras de los omaguacas, está claro que no se trataba de suerte, los omaguacas eran seres muy trabajadores y por su bondad recibían premios extras.
Los indígenas envidiosos idearon una confabulación, para derrocar al cacique de las tierras fértil, conociendo a los omaguacas por su valentía en las luchas, las aldeas vecinas se unieron formando solo una, prepararon las armas de guerras, hachas, dagas y arco con filosas puntas de flecha.
Los habilidosos indígenas conocían al cacique guerrero de los omaguacas, sabían que si podían reducir su persona, conquistar el poblado sería más fácil, para esta situación, prepararon a Zumac Huayra una preciosa india poseedoras de unos encantos naturales, su misión seria conquistar al valiente guerrero.
Con las armas preparadas y la estrategia pensada, los indios saqueadores pusieron en marcha la confabulación, Zumac Huayra se presentó en el valle, aparentando su desconcierto, en el medio de la plantación de maíz, estas fue socorrida por bondadosas mujeres del pueblo, al verla perdida la invitaron a sus chozas, le dieron agua y comida, todo el pueblo congojados por la inesperada visita, se organizó para la noche un festival de bienvenidas.
En el transcurso del día la preciosa india se encontró con el jefe, esta hábil enamoro a su antojo al valiente cacique, llegada la noche dio comienzo la fiesta, Zumac se apodero de la presencia del cacique, se ubicaron en la oscuridad de la noche, escuchando la bella música etnia, en un acto de abrazo tomo el cuello del jefe y apretó hasta dar fin con su vida.
La oscuridad de la noche fue cómplice del asesinato, no permitió ver lo sucedido a los integrantes de la aldea. La fiesta va terminando, por lo oscuro nadie diviso el cuerpo muerto del cacique retirándose a dormir, por la pesada jornada de trabajo más el trajín de la fiesta, entraron en un profundo descanso, este fue la señal que esperaban los indígenas saqueadores para atacar al pueblo indefenso, atacaron con crueldad nadie quedo con vida, los indígenas asesinos no tuvieron piedad de los ancianos ni niños, destruyeron el pueblo de los sosegados omaguacas.
La victoria tuvo un gran festejo, en medio de la fiesta ya se hacían planes de siembra y organización de cosechas, la felicidad duro poco, la pachamama montó en cólera, en confabulación al sol secaron las tierras, las siembras y la espesura , cambió radicalmente el suelo.
Al amanecer todo el suelo era árido, cubierto de arena seca, las cumbre hermosas se tiñeron de rojo por el derramamiento de sangre de los sosegados omaguacas.
Fuente: http://www.arteyjardineria.com/2011/06/cactus-el-desierto-en-casa.html
El dios indio premio su pacifismo y cordialidad permitiendo vivir para siempre en la tierra, en los suelos arenosos debajo de la piedras donde cayeron muerto los omaguacas , crecieron cientos de plantas de Cardón con filosas espinas para defender un ataque, de los largos brazos que apuntan al cielo, entre espinas y espinas crecieron hermosas flores amarillas, blancas y rojas, el espíritu indígena de los omaguacas reinaban en las plantas de Cardón, solo las plantas de cardón podrían resistir vivir en el desierto árido.
Fuente:http://www.panoramio.com/photo/84797174
Cuando pases por una cierra y veas las plantas de cardón, recuerda a mis hermanos omaguacas, que perdieron sus vidas por ser pacíficos y servicial, viviendo en la tierra para siempre, regalo del Dios Indio por su bondad.
Fuente: http://www.identidad-cultural.com.ar/leernota.php?cn=789
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Humahuaca
Te espero mañana para disfrutar de otro relato de mi tierra Corrientes.
José Luis Fernández
Corrientes Argentina
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