Hoy quiero compartir con ustedes un oficio nuevo que estoy aprendiendo: ¡La pastelería! Desde hace algunas semanas empece a estudiar para ser Maestra Pastelera Nivel I, la verdad estoy muy emocionada, ya que la pastelería siempre me ha gustado bastante. Normalmente, lo tomo como hobbie, ya que hornear y hacer cualquier tipo de dulces me relaja bastante y me hace feliz. Así que es una buena forma de romper el estrés del día a día. Además, aprender cosas nuevas siempre es algo positivo.
Este es mi pequeño grupo de clases. Somos 18 alumnos en total -en la foto faltan algunos-, más el profesor y sus dos asistentes. En el grupo todos son bastante alegres y participativos. La mayoría de las personas tienen algún tipo de experiencia en pastelería y deciden hacer el curso para pulir sus habilidades y obtener el certificado. Todos son en extremo colaboradores y amigables. Por otra parte, el profesor tiene cinco años de experiencia en Pastelería, es Sub Chef Pastelero y la verdad explica muy bien cada clase, tanto la parte practica como la teórica. Sí, también vemos teoría, aquí se incluye la historia de los diversos postres que hacemos y diversos términos que debemos utilizar en nuestro vocabulario como futuros pasteleros.
Primera clase: Bizcochos y merengues
Debo admitir que estaba bastante nerviosa y emocionada en esta clase porque era la primera vez que asistía a un curso de pastelería. Todos fueron muy receptivos y amigables, incluyendo el profesor. Fue muy fácil sentirme cómoda y parte del grupo. Ese sábado nos explicaron las reglas que debíamos seguir, un poco de lo que era ser maestro pastelero y empezamos con la practica.
Ese día realizamos dos bizcochos. El primero fue un bizcocho de vainilla, relleno de crema pastelera, cubierto y decorado con merengue italiano, y con trozos de melocotón. Sí, sabe justamente a lo que imaginan. ¡Estaba delicioso! Además, es sencillo de hacer. Lo más complicado fue realizar el merengue italiano, ya que es muy delicado, pero nada que no se pueda realizar con practica y mucha paciencia.
El segundo bizcocho fue de chocolate, relleno de crema pastelera de chocolate, cubierto con merengue suizo, chocolate oscuro derretido y lluvia de chocolate. ¡Ambos quedaron deliciosos! Una de mis clases favoritas hasta ahora.
Segunda clase: Ponqués decorados con merengues
La segunda clase fue de ponqués. Aquí realizamos dos ponqués, uno marmoleado y otro de chocolate. Mi favorito de esta clase: El marmoleado. Es increíble lo suelto y suave que queda, excelente para tomar con café o para decorarlo para algún cumpleaños o regalo que queramos hacer. A mi parecer, en esta clase el profesor se lució con el decorado del ponqué marmoleado. ¡Se ve hermoso!
Tercera clase: Ponqués decorados con fondant
Esta ha sido una de las más complejas. No imagine lo difícil que es trabajar con fondant, ahora admiro mucho más a las personas que trabajan con esta técnica. También nos explicaron que este tipo de decoración pertenece al área de respotería. Para mí, fue una sorpresa, ya que yo pensaba que repostería y pastelería eran lo mismo, pero no. Todos los días se aprende algo nuevo ¿no?
Esta fue la torta que yo decore. A mi parecer, quedó bastante bien para ser la primera vez que trabajaba con fondant... ¿A ustedes qué les parece? La temática que elegimos para los decorados fue Dream Cake, ya que es la que está más de moda últimamente.
Cuarta clase: Brazos gitanos y dulces pasteleros
La clase más larga hasta ahora. No sabía cuanto trabajo llevaban los dulces que comúnmente vemos en las panaderías. Hace que admire mucho más el trabajo que hacen los pasteleros... Eso si, aunque fue la más larga, fue una de las que dio los resultados más deliciosos. Todo quedo divino. Aunque paso de todo, algunos bizcochos se quemaron, las mezclas no nos salían bien, pero... ¡Valió la pena! Al final, todo tomo forma y logramos que quedará excelente. Fue un buen trabajo en equipo.

Uno de los brazos gitanos estaba relleno de crema pastelera y el otro de crema de mantequilla. Ambos estaban decorados con merengue suizo, caramelo artístico y fresas. El caramelo artístico son esos pequeños adornos que ven encima, en este caso se hizo una especie de nido con el caramelo, pero se puede realizar cualquier forma que queramos. En el decorado es donde más debemos usar nuestra creatividad.
Esa delicia que ven ahí es el dulce pastelero antes de ser cortado. Tiene plancha fina de chocolate y vainilla, crema de mantequilla y una cubierta de crema de mantequilla con brillogel rojo. Estos son los que comúnmente ven en la panadería, claro está que cada pastelero le da el decorado o los sabores que desee. Es un dulce bastante trabajoso, ya que lleva bastante capas de relleno, de plancha fina, más el decorado, es uno de los que más se tarda en realizarse, pero el resultado lo vale.
Esto es todo lo que he visto en estas semanas. Aun me faltan muchas clases, así que pronto les estaré contando más. A mi me costó bastante decidirme por fin a hacer este curso, pensaba en el tiempo, dinero, los ingredientes hasta que deje de pensarlo tanto y simplemente me inscribí. Nunca es tarde para hacer algo que nos guste y nos apasione, hay que atreverse y dejar la zona de confort. No hay porque limitarnos a una sola cosa. La vida es muy corta para quedarnos pensando y dándole mil vueltas a las cosas... ¡Hay que actuar! Ir por lo que queremos porque nadie más lo hará por nosotros.
¡Espero que ustedes también estén haciendo lo que les gusta! Un abrazo para todos y gracias totales por su apoyo.