Fuente: http://www.abundanciayplenitud.org/2014/03/50-maravillosas-fotos-de-felicidad.html
El humo comenzaba a llenar la estancia, el sonido de las botas de los soldados invasores se oía a lo lejos, pero no mucho, era difícil calcular la distancia. Todos sabían que la irrupción y la masacre eran cuestión de tiempo, unos minutos, quizá ni eso, segundos separaban al grupo de una muerte, en el mejor de los caso rápida e indolora en el peor… no querían ni imaginárselo.
-Hay que salir de aquí ya!!
La situación era complicada, la puerta trasera no se podía considerar ya una vía de escape, ese camino les conducía al batallón de soldados que les seguían la pista desde hacia ratos y la puerta delantera daba a campo abierto, estaban en la última casa del pueblo, tras ese parapeto no había nada, un campo y un bonito atardecer, quizá su ultimo atardecer…
-Tengo una idea!!
Mary agarro del brazo a Walt, el líder de aquel improvisado grupo de civiles/presas que huían de una batalla de una guerra que ni ellos ni sus perseguidores conseguían comprender, y se lo llevo a parte, no quería que el resto, sobre todo los niños, aquellos niños a los que cuidaba y educaba en la escuela del pueblo y a los que quería como si fueran todos hijos suyos escucharan su idea, no les iba a gustar.
Los niños no dejaban de llorar, habían visto en directo la muerte de sus padres, sus tíos, sus amigos, en fin, todo su pueblo había sido aniquilado y solo ellos podrían denunciar lo sucedido y advertir al resto de pueblos de la región de la invasión que estaban sufriendo.
-Debes salvarlos Walt, debes salvar a todos los que puedas…
-Pero Mary, que va a hacer, que has pensado?!?!
-Tú cúbreme, distrae a los niños…
-Date prisa, ya están cerca!!
Mary abrió un baúl y un armario, de allí selecciono unas prendas y cogió un paraguas, su intención era causar un impacto visual que distrajera a los francotiradores que, seguro, se apostaban en los edificios cercanos. Todo el pueblo había caído ya en manos enemigas y solo esa última calle de cuatro casas estaba sin controlar.
-Walt, cuando te diga, sal con todos y dirígete al cobertizo del patio de la casa de Thomas. ¿Recuerdas que tras una falsa pared esta el pasadizo por donde nos colábamos en la iglesia y nos bebíamos el vino del cura cuando éramos niños? Es la única oportunidad que tenemos, llegar a la iglesia y salir hacia el este, llegar al bosque y siguiendo el rio, refugiarse en las cabañas de los cazadores… no se me ocurre otro modo.
-Pero tú que vas a hacer!!
Aún no había terminado su frase cuando Mary salió dando saltitos infantiles y agitando su paraguas cual colegial correteando bajo la lluvia a la salida del cole.
Tras la perplejidad inicial por lo que veía por su mira telescópica, el soldado esbozo una sonrisa, no pudo resistirse y comunico por radio a sus compañeros la escena que estaba observando, las carcajadas comenzaron a escucharse por aquella emisora… todo eran risas excepto por una voz…
-Dispara!!!
-Soldado!!! Dispara!!! Ya!!!!
El soldado reconoció la voz de su comandante y sintió una punzada en el costado, su gesto se torció, apoyó su mejilla de nuevo sobre la culata del arma, apuntó y boom… Dio en el blanco y vio como aquella alegre “chiflada” se desplomaba con la mitad de la cabeza en su sitio y el resto estucando la parte interna del paraguas… era tarde, la misión había sido un éxito y Walt había conseguido poner a salvo a los supervivientes restantes, lo que no sabían era por cuánto tiempo.
Espero que os guste, esta vez no he tomado el camino del humor, a ver que tal ;)