Ambientada en Nueva Inglaterra durante la década de los años sesenta, la historia es más o menos esta: Sam Shakusky es un niño de doce años que asiste a un campamento de Boy Scouts y de pronto, una mañana, desaparece. No sólo ha huido, sino que se ha llevado un rifle y provisiones para varios días. Mientras comienza su búsqueda, los familiares y amigos de Suzy Bishop notan también su ausencia y la policía de este pequeño y tranquilo pueblo se ve de pronto con la tarea de realizar una doble búsqueda, hasta que una serie de objetos y pistas los llevan a la lógica, aunque en principio inconcebible, conclusión: Sam y Suzy han huido juntos. Pero, Sam, aunque es un niño explorador muy inteligente (el mejor preparado de su grupo) no es muy popular; de hecho es víctima de bullying por parte de sus compañeros; y Suzy es una joven hermosa, lejos del alcance de un ser, a primera vista, tan raro, ¿cómo se conocieron? ¿hace cuánto? y en especial, ¿cómo han podido huir juntos?

Sam tiene cierto nivel de Asperger, es un as para la cartografía y para todas las tareas que implica la supervivencia en un tienda en el bosque; Suzy no estaría más segura con nadie más. Por su parte, la fugitiva lleva consigo un tocadiscos de su hermano y varios de sus libros favoritos. Ama leer y lee para Sam durante los días de libertad que pueden disfrutar antes de que sus perseguidores les den alcance.

¿Qué los hizo huir? Su inconformidad con la vida que llevaban y el descubrimiento de su amor. No voy a revelar mucho del pasado de los personajes para no hacer spoiler, pero esa insatisfacción tiene diferentes razones para cada uno. Sin embargo, el elemento más romántico es también el más divertido: el amor entre Sam y Suzy. Habrá quienes piensen y digan que no se puede hablar de amor propiamente porque se trata de niños y los niños no entienden todavía el amor, pero pienso (y la película lo refleja) exactamente lo contrario, ¿qué mayor demostración de amor hay que huir junto a la persona amada a un lugar en el que puedan ser libres y felices? Es cierto que son niños, casi adolescentes, pero la forma en que afrontan su huida y su relación es tan seria como divertida.

¿Por qué divertido? ¿qué otorga el elemento cómico dentro de la seriedad de la situación? La inocencia de Sam y Suzy. Cuando comienzan la larga marcha de su huida, Sam dice a Suzy

"Deberíamos hacer la mitad hoy y la mitad mañana, ya que eres una senderista menos experimentada y llevas zapatos de domingo."

o casi al final, cuando están por atraparlos,

"Por si acaso se trata de un suicidio o nos capturan y nunca nos vemos más, sólo quiero darte las gracias por haberte casado conmigo. Estoy contento de haberte conocido, Suzy"

pero una de mis favoritas de toda la película es este diálogo:

Sam: Es posible que moje la cama, por cierto. Quiero decir,
Suzy: Okay
Sam: Desearía no tener que mencionarlo, pero sólo por si acaso. No quiero que te sientas ofendida.

Los amantes fugitivos adultos tienen que enfrentar matones, la policía, bodas clandestinas, presiones familiares, hacer una vida juntos, trabajar, etcétera; bueno, Sam y Suzy se toman su huida con esa misma seriedad, aunque sus problemas sean menos serios (como el de mojar la cama o haber olvidado el peine en casa), pero no me malentiendan; el hecho de que sean niños escapando a unos pocos kilómetros de casa, no resta profundidad o dureza a su motivación, es solo que su inocencia provoca situaciones verdaderamente graciosas, divertidas, memorables y conmovedoras. Y también son divertidos los demás personajes que, como en cada película de Anderson, están iterpretados por grandes actores y actrices: Bruce Willis es el policía, Edward Norton es el líder de los Boy Scouts, Bill Murray y Frances McDormand son los padres de Suzy, un joven Lucas Hedges es uno de los compañeros de campamento de Sam; y también aparecen Tilda Swinton y Harvey Keitel.

Grandes actores y actrices, excelentes actuaciones, una dirección soberbia, un guión divertido y muy bien hecho, una fotografía increíble reforzada como siempre por una paleta de colores que es un diez en cada película de Anderson, pero sobre todo una historia de amor cargada de inocencia, sencillez y entrega. A la película le doy un 8/10 y a sus protagonistas los elevo en mi imaginario personal al mismo nivel de los amantes de Teruel, de Romeo y Julieta, de Florentino Ariza y Fermina Daza, Catherine y Heathcliff , Liz Bennet y el Sr. Darcy y tantos otros. Moonrise Kingdom es una historia memorable que vale la pena ver y disfrutar una y otra vez, al igual que las otras películas de Wes Anderson, mientras esperamos el estreno de su más reciente proyecto, con otro gran elenco coral, The French Dispatch.