Ojos sin rostro (Película): la angustia y la culpa

Algunas veces veo una película que me gusta y busco otra del mismo director, o si me atrapó la actuación de alguien en el reparto, busco otra película con ese actor o esa actriz. Pero a veces una película se atraviesa en mi camino y la sinopsis llama mi atención lo suficiente como para agregarla a mi lista de pendientes sin tener referencia previa sobre ella y sin importar su origen, fecha de estreno, ni otras cosas; así llegué a esta cinta.

Les yeux sans visage es el nombre original de esta película francesa de 1960 que fue traducida como Eyes without a face en inglés y Ojos sin rostro en español. Se trata de una adaptación cinematográfica basada en una novela de Jean Redon, dirigida por Georges Franju. Al final de la década de los años cincuenta, las películas de terror inglesas fueron populares en Francia y la cinta sobre la que trata este post es herencia de ellas. Más que de terror, yo diría que es una película de suspenso con elementos góticos, con una historia bastante sencilla, pero que funciona muy bien gracias a un buen trabajo fílmico en cuanto a dirección, fotografía, montaje y muy buenas actuaciones. En París, un brillante cirujano expone sus últimos descubrimientos con respecto a injertos de piel y al poco tiempo vemos a la policía investigar la desaparición de una joven.

No tardamos en darnos cuenta de que el cirujano está implicado y a la primera chica le siguen otras, todas en un mismo rango de edad y con características físicas similares, cabello, estatura y color de ojos. La sinopsis ya lo anuncia, lo ocultan muy poco y sin embargo nos sorprende un tanto cuando nos damos cuenta de que el motivo de los secuestros es utilizar la piel de las mujeres para reconstruir la belleza de un rostro desfigurado: el de la hija del cirujano. Christiane sufrió un accidente trágico por culpa de su padre y por eso él busca reparar el daño causado. El cirujano, su asistente y nosotros sabemos por qué secuestra y asesina a las jóvenes, pero su hija lo ignora. Sabe que su padre esta obsesionado en reparar su rostro, pero al inicio desconoce el origen de esa piel ¿se enterará? ¿qué pensará cuando lo haga? ¿está dispuesta a permitir que otras mueran para recuperar su belleza?

La película fue filmada a blanco y negro, lo que hace que las escenas parezcan aún más tétricas, misteriosas, reforzando el suspenso. Veamos algunos fotogramas:


A la trama se suman emociones fuertes (culpa, dolor, resentimiento) y elementos poderosos como los ladridos de los perros que utiliza el cirujano para sus experimentos y sus pruebas de injertos, la enorme casa junto a ese laboratorio clandestino y en especial la máscara que oculta el rostro de su hija, una prótesis inexpresiva que nos recuerda la que usa Tom Cruise en Vanilla sky. Edith Scob hace un gran trabajo actuando como Christiane y logra transmitir emoción a través de su voz y las expresiones de sus ojos sin rostro. El blanco y negro, la historia, la máscara, el sello gótico de la filmación, un toque de gore en algunas escenas, todo ese conjunto logra fundirse de forma armoniosa en una cinta que no fue popular en su momento, pero que el tiempo ha encumbrado como una película de culto. Es cierto que es una película vieja, en francés y a blanco y negro, así que no se cuántos de ustedes se animarán a verla, pero como yo le doy al menos un 7/10 pensé que debía compartirles algo de buen cine, sin importar su origen, esperando que al menos sirva de estímulo para invitarles a buscar buen cine en los rincones menos populares de nuestra memoria colectiva.

H2
H3
H4
Upload from PC
Video gallery
3 columns
2 columns
1 column
4 Comments