Sin rumbo definido te fuiste un día, así como eras tú, valiente y decidida.

Nunca supiste lidiar con todo lo que te rodeaba, definitivamente no pertenecías a este mundo ordinario y sin sabor emocionante. Tú eras para algo más...

Eras tenaz, siempre enfocada en lo que querías ser, no en lo que tus padres querían que llegaras a ser en la vida... Tan solo casarte y tener hijos, servir a un marido y envejecer entre la cocina y los pañales, definitivamente no, eso no era para ti...

Todas tus amigas ya estaban comprometidas para esa vida y tú, alma libre, tenías tu brújula bien enfocada y orientada, tu norte era otro, hacia otra vida donde tú decidieras y pudieras ser la única protagonista de tu historia.

Querías verte entre luminarias y escenarios, donde hubiera brillo pero que tú fueras la mayor luz, ese centro de atención y aplausos como retribución a tu arte, el arte de tu voz cantarina y de ángel celestial.

Naciste para cantar, para deleitar al mundo con tus notas y ser feliz desde ti misma...

Alma libre, te veo partir, con tu mochila color rosa, ese rosa que combina con tus mejillas... Llevas a cuestas tus sueños, tus deseos, tu anhelo y determinación, y la brújula de tu tiempo, orientada hacia aquel rumbo donde en el camino jamás te has de extraviar...