Una milagrosa historia de reconexión neuronal - Encuentro de talentos

Hace un par de días leí la publicación de mi amiga @angelica7 en la que nos invita a partir de la siguiente imagen a crear una publicación para el Concurso de Talentos:

Antes de compartirles mi creación, aprovecho de contarles que ese programa es estupendo, @angelica7 es una excelente conductora y la energía que se mueve entre los participantes es maravillosa, además de las curaciones en vivo, es un espacio en el que promueven que cada quién demuestre su talento. Todos son bienvenidos y hasta para cantar (sepas hacerlo o no) te brindan el espacio, alentándote a disfrutar de la velada y compartiendo buena vibra.

Sin más preambulos, vengo a relatarte una historia milagrosa...

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Como todas las noches cerré los ojos, buscando que en ese espacio de meditación se potenciarán aún más mis conexiones neuronales, necesitaba desesperadamente recuperar mis recuerdos y darle vida a este cerebro vacío que me dejó aquél accidente cerebro vascular.

Había intentado de todo, cumplía todas las indicaciones de Andrés, mi neurocirujano, salvo esa que me repetía una y otra vez sobre la paciencia... Es una tarea titánica pedirle a alguien que tenga paciencia cuando lo ha perdido todo y quedado en el limbo. Mis recuerdos!!! Mi memoria se fue con esas neuronas muertas…

Afortunadamente si algo no me abandonó fue mi terquedad, contra todo pronóstico había decidido ese día aferrarme a la vida y superar esta dura prueba que me había puesto el destino.

Mis años de atleta no pasaron en vano, esa vitalidad aún estaba presente en mis músculos y pude recuperar la movilidad antes de lo esperado, sin embargo, mis recuerdos… ay!!! mis recuerdos...

A veces trataba de animarme pensando qué no los necesitaría para continuar mi vida, después de todo a mis 65 años seguía siendo una mujer joven y mis familiares cercanos cada día me relataban anécdotas y me enseñaban fotos y videos para ir reconstruyendo mi historia.

Fuente: Pixabay

A pesar de eso quería saber qué estaba pensando en ese momento, ¿Qué pasaba en mi vida para que llegara ese corte tan abrupto? Era un verdadero tormento no dar con esas respuestas.

Parece que era muy reservada con mi vida personal, porque nadie ha sabido dar respuesta a esa pregunta, según todos tenía una vida "normal"... Me preguntó ¿Qué significará eso para cada quién? ¿Casa, carro, empleo y un perrito que me lame los pies?

Buscando soluciones, leí por internet que el cerebro es plástico y está en cambio constante, cada investigación que leía me alentaba a continuar, aún habían muchas esperanzas!!!

Cuando me documenté sobre los beneficios de la meditación me pareció increíble encontrar que era posible generar modificaciones en las estructuras neuronales e incluso variar la forma de comunicación entre ellas, la neuroplasticidad es una ciencia aún en estudio, pero con un sustento sorprendente, tenía que probarlo por mí misma!!!

Fuente: Pixabay

Esa noche, como todas las noches desde hace 3 meses cerré mis ojos, y después de estar unos minutos conectada con el fluir del aire que entraba a través de mi nariz y me recorría todo el cuerpo solté ese anhelo de saber las respuestas y me dispuse a disfrutar de la experiencia, sin apegos, rechazos o expectativas.

Me adentré en un viaje fascinante, empezaron a surgir frente a mi imágenes abstractas, luces y una serie de figuras que jamás había visto en mi vida, era realmente hermoso e inquietante, sumergida en esa experiencia me ví conectada con todas esas imágenes, cómo si se adentraran en mi cuerpo y sentí pequeños corrientazos eléctricos en mi cabeza, para nada desegradables, era una corriente que daba vida a cada una de mis células.

Creo que no existen palabras adecuadas para describirles con exactitud lo que estaba experimentando, simplemente estaba entregada a esa vivencia, en ella pude observar que mi terquedad se había diluido y era ahora resiliencia, ese estado de paz que me embargaba me mantenía suspendida en el aire como si de repente fuera solo partículas que se mezclaban con toda la atmósfera, ya no me sentía en aquél limbo, el vacío había desaparecido... y de pronto, en el momento más inesperado, surgió aquél recuerdo…