Bob Sight [ENG/ESP]

Se suponía que iban a estar en la Plaza Bolívar, cerca de las 2 de la tarde. Pero, el reloj se apresuraba a marcar las 2:45 y aun Jorge no veía aquel cabello rojo y brillante de Bob Sight (como el jugador del Manchester City) como llamaba cariñosamente al jovencito que le había cambiado la vida. Hasta entonces Jorge se había sumergido en la depresión, luego de haber perdido a su familia después de años de religiosidad forzada y represión.

En sus años de "juventud" no había tenido el valor de esforzarse por luchar contra la sociedad y término casándose con una hermosa chica que 15 años después lo odiaba, con justa razón. Jorge había sometido a su familia a vivir en una mentira, pero como nunca es tarde, se había divorciado de su mujer para quizás buscar al amor en los brazos de un hombre.

Fue en los entrenamientos de Fútbol donde había conocido a Roberto, un chico 15 años menor que él, con grandes probabilidades de convertirse en la próxima estrella nacional en aquel deporte. Sus miedos e inseguridades no habían alejado al que también era su discípulo de su lado.

Bob Sight se había convertido rápidamente en su mayor compromiso y estaba dispuesto a arriesgarlo todo por él. De repente lo ve en una de aquellas esquinas, cerca de un vendedor deambulante. Lucía una chaqueta de cuero color marrón, unos jeans desgastados que hacían juego con un cinturón del mismo color de la chaqueta, los zapatos y su camisa blanca perfectamente almidonada.

El tiempo parecía detenerse cada vez que veía a Bob, su cabello rojizo brillaba creando destellos que lo hacían levitar. Jorge no se daba cuenta, pero aquel joven le había robado el corazón. Ya a su lado, trataba de fingir desinterés cómo si no hubiera pasado casi una hora desde la hora pactada de encuentro.

Bob, parece estar apenado. Sin embargo, Jorge se da cuenta de que trae algo entre sus manos. Parece ser un obsequió, la cara de Jorge cambia de inmediato a un color rojo que lo hace ver casi vestido de aquella estúpida camisa roja que había comprado para la ocasión. No sabe cómo responder cuando Bob alarga su mano para entregarle, lo que sea que hubiera traído entre sus manos.

— Sé que no te gustan las demostraciones de afecto en público —dijo Bob con aparente incomodidad—- pero, he pasado por una tienda de bombones y te he traído esto. No sé si te guste el chocolate, pero que no pasa nada. Si no te gustan a ti, quizás yo pruebe algunos más tarde.

Jorge tenía una expresión considerablemente sombría en su rostro, por lo que Bob supo que no aceptaría su obsequio. Sabía que algo así pasaría, era solo que a él no le importaba mucho las miradas inoportunas de la gente que pasaba por los alrededores. Solo quería amar libremente a Jorge, tanto como él sabía que él lo amaba a él. Así que solo sonrió y se le quedó mirando largo rato, sabía que así se le pasaría lo que fuera que estuviese sintiendo en aquel instante.

Luego lo invitó a sentarse en uno de esos bancos pequeños, Jorge era un entrenador muy exigente, pero también era su gran amor. Se sentaron juntos y cuando Jorge se sintió más relajado sorprendió a Bob ante el silencio que había aguardado hasta entonces.

— ¡Gracias! Disculpa por no acceder a tu obsequio, pero ya sabes que me afectan esas demostraciones de afecto. Sin embargo —dijo reteniendo su aliento—creo que es la primera vez que alguien me regala bombones y ciertamente si existe alguien en el mundo con el cual me gustaría compartirlos sería contigo Bob Sight.

De repente, una sonrisa salió de la boca de Bob y un beso fugaz le robó el aliento a ambos. Claro está antes de que Jorge se asegurara de que no había moros en la costa. Y ahí se quedaron largo rato, porque cuando el amor está comenzando, todas las cosas que antes parecían no tener ningún valor, ahora tienen un nuevo significado. Sin importar edades, sin importar lo que diga la sociedad, pero, ¿superarán las dificultades que pronto surgirán?