Tenía el cuaderno entre sus manos y escribió con letra pequeña SOS, se quedó mirándolo fijamente y luego comenzó a remarcarlo, aumentando su grosor. Era el cuaderno que utilizaba para todas sus anotaciones diarias. Continuó remarcándolo amorosamente. Se interrumpió cuando llegó a su destino. Salió presurosa, era una hora de gran congestionamiento y era mucho lo que tenía que hacer.
En la familia se maravillaban con la capacidad de acción de Eileen. Su tiempo parecía ser más elástico que el de los demás y podía meter en él un cúmulo de actividades. Nunca pensé que mi chicuelina pudiese con tanto, decía orgulloso el padre.Y podía, claro que podía.
Entró presurosa en la tienda, lista en mano. Sintió que una mano de hierro oprimía su corazón y un vahído la obligó a apoyarse en la estantería. Un ¿se siente bien? se escuchó a su espalda. Contestó sin abrir los ojos. Sí, sí gracias. Respiro profundamente y botó el aire poco a poco. Buscó con la mirada un lugar donde sentarse y hubo de salir de la tienda.
En el amplio pasillo del centro comercial había unos bancos. Se sentó y apoyó en el respaldo. Echó la cabeza hacia atrás y respiró varias veces, larga y profundamente, mientras unas láagrimas con vida paropia decidieron brotar y resbalar por su maquillaje. Las eliminó con un pañuelito de papel, con toda delicadeza. No podía arruinar su aspecto. Sacudió la cabeza, tal vez para alejar sus pensamientos. Miró a su alrededor para despejarse. Sacó el cuaderno. Sus ojos encontraron el SOS, lo repasó con el dedo índice. Las lágrimas amenazaron con volver a humedecer el maquillaje. Revisó las notas e hizo una rápida y húmeda lectura. Se levantó presurosa para seguir con la rutina del día.
Un rápido desayuno para seguir adelante, al lado de personas tan ajetreadas como ella. La oficina la esperaba para seguir su marcha. Su presencia y autoridad eran indispensables. Mantener las ideas claras y dirigir en la dirección correcta no era muy fácil, pero ella podía. Sacó nuevamente el famoso cuaderno y un bolígrafo. Revisó, hizo marcas, anotó al margen y esta vez escribió toda una línea de SOS, ordenado, bonito, entre bocado y bocado.
Otra vez a correr Eileen. Se dijo a sí misma, pero ¿había dejado de correr? Sus pasos resonaban en la acera, parecía descargar así su excedente de energía. Estaba tan dentro de sí misma y su correr que no advirtió que por segunda vez en el día unos ojos la seguían, observando todos sus movimientos.
Continuará...
Imagen del Reto12Votos, autorizada en la respectiva convocatoria
Ésta es mi entrada para el Reto12Votos, en su semana 78 (Cada vez más cerca de la 100), que ofrece como tema SOS y quise compartir ese SOS, con un texto narrativo que comienza hoy pero no sé cuando termina... Eso sí, serán los primeros en saberlo.
El Reto12Votos fue una genial idea de @pavelnunez, en permanente actividad y crecimiento bajo la dirección de @avellana y la participación activa de @Club12. Para participar en el Reto, infórmate en este enlace y si quieres unirte al Club, vístanos en el discorde de @radiosteemit, hay una sala especial para ello.
El Reto12Votos es más que un reto, tiene como objetivo la formación de buenos lectores-escritores, con capacidad crítica que ejearcitarán curando a los otros participantes (al menos 12). Te animas. Íntegrate. Visita la comunidad este sábado a las 4:30pm (Hora Venezuela), en el programa Fusión, por RadioSteemit.
Los separadores de párrafos son de mi propiedad, al igual que la firma, siendo ésta un obsequio de @brendahcaroline.
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