
Hoy, 23 de abril, es un día simbólico para la literatura mundial ya que en una fecha como esta, fallecieron o nacieron varios de los grandes autores de todos los tiempos. Los más relevantes, Miguel de Cervantes y William Shakespeare, quienes incluso murieron en el mismo año, en un día como hoy, pero en 1.616. A partir de 1.996 se conmemora cada 23 de abril, el "Día Internacional del Libro", con el objetivo de fomentar la lectura, pero también de apoyar la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual, un tema bastante delicado, sobre todo en estos tiempos de avanzada tecnología.
Leer despierta la imaginación, la conciencia, el auto conocimiento, el placer. Una buena novela, o un buen relato, nos dice más de nosotros mismos que del autor o de la historia. Los lectores asiduos coinciden en que su vida puede dividirse en un antes y un después de haber descubierto el placer de la lectura. Entonces, con motivo de esta fecha especial para lectores y escritores, he decidido dejar algunos nombres de escritores o de obras que recomiendo leer, o que considero deben ser leídas. No seré muy específico en cuanto a las virtudes de los mencionados (esa información será ampliada en publicaciones posteriores), sino más bien dejaré semillas en el camino para que algunos de ustedes tomen la que prefieran, la rieguen y cosechen el fruto de la hermosa actividad que es la lectura.
Existen obras capitales dentro de la Literatura Universal que quizás sean un poco complejas, o extensas, y para alguien que no está acostumbrado a, o muy deseoso de, leer, puede resultar una experiencia difícil. Así que antes de seguir a Alonso Quijano en Don Quijote de la Mancha, acompañar a Jean Valjean en Los Miserables, o desear la venganza de Edmundo Dantés en El Conde de Montecristo, quizás sea una buena idea leer algo más sencillo, o menos extenso. El Principito, El diario de Ana Frank, Alicia en el país de las maravillas, El retrato de Dorian Gray, o alguna antología de relatos de Edgar Allan Poe me parecen una buena manera de comenzar a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Poseen un lenguaje apropiado para los adolescentes y les permite tener contacto literario con temas universales y capitales como la vida, el amor, la muerte, la enfermedad, los miedos, la gratitud, mientras les ayuda a descubrir sus propias opiniones.
Después, ya se puede pasar a leer obras un poco más extensas o más complejas, como El túnel de Ernesto Sabato, Matar un ruiseñor, El extranjero, El señor de las moscas, El Gran Gatsby, las Ficciones de Jorge Luis Borges, o El lobo estepario, cuyo atractivo está en el tratamiento más profundo de los temas antes mencionados. Se trata, más que de ir descubriendo nuevos libros o nuevas historias, de irse adentrando en las profundidades del propio ser.
Si ya has leído muchos de estos libros, o sientes que necesitas lecturas más desafiantes, entonces es hora de comenzar a apreciar la complejidad en la estructura, la composición de los párrafos, el manejo del lenguaje y los juegos literarios. En nuestra lengua podemos acudir a La ciudad y los perros, La Casa Verde, Cien años de soledad, una de las novelas más perfectas que he leído en mi vida; la vida de Horacio y la Maga en Rayuela, las aventuras de Arturo Belano y compañía en Los detectives Salvajes, o la magia de esa tierra llamada Comala en Pedro Páramo. Y si miramos más allá de las fronteras de nuestro continente o nuestra época, podemos aventurarnos con el Ulises de Joyce, Madame Bovary, o las novelas de Milan Kundera y José Saramago.
Haruki Murakami, Paul Auster, Alessandro Baricco, Truman Capote, Vladimir Nabokov, Ernest Hemingway, Mario Benedetti, Orhan Pamuk, Horacio Quiroga, Chuck Palahniuk, Toni Morrison, Kazuo Ishiguro (Premio Nobel de Literatura 2017, el último otorgado hasta ahora), John Steinbeck, Homero, Goethe, Tolstoi, Dostoievski, Janne Teller, Marcel Proust, Arthur Conan Doyle, Leonardo Padura, Banana Yoshimoto, J.M. Coetzee y Eduardo Sánchez Rugeles, son algunos de los autores que recomiendo. La lista es larga pensando en las limitaciones y dificultades que pueden presentarse a la hora de adquirir libros, sobre todo acá en Venezuela, pero si no es su caso, hay algunas obras puntuales de autores no muy conocidos que son recomendables: Un grito de amor desde el centro del mundo de Kyoichi Katayama, Cuentos sin plumas de Woody Allen (sí, también escribe), La hermana de Katia de Andrés Barba, El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy y Olga de Chiara Zocchi.
Finalmente, aunque soy un defensor de la Literatura, así con L mayúscula, reconozco el atractivo que puede representar, sobre todo para los más jóvenes, los best sellers, muchos de ellos adaptados al cine; y dentro de muchos títulos llanos y poco edificantes, hay opciones que pueden ser un gran incentivo y un imán para atraer nuevos lectores a las redes de la Literatura, entre ellos, los libros de Dan Brown o de Carlos Ruiz Zafón, La ladrona de libros, Tan fuerte, tan cerca, o la saga de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin, tan popular debido al éxito de su adaptación televisiva, la serie de HBO Juego de Tronos, que me sorprendió gratamente y que considero lo mejor que he leído de literatura fantástica, incluidos los libros de Tolkien.
¿Has leído algo de esto? ¿quieres leer alguno de esos títulos o autores? ¿o acaso otros que no mencioné? no importa. La invitación para hoy y para toda la vida es ¡A LEER! Lea lo que quiera, cuando quiera, como quiera, tenga paciencia si está empezando, lea unas pocas páginas, abandone el libro si no le gusta y tome otro, lea los domingos por la mañana, por las noches al llegar a casa, en el bus, en el parque, en la playa, en el break de la oficina, solo, con amigos, lea cuentos, poesía, novelas, relatos, biografías, reflexiones, ensayos, clásicos, thrillers, románticos, de aventuras, de terror, en español, en inglés, en francés, no importa, pero por favor ¡LEA!