Nomadland (Película): a la deriva del sistema

Obtuvo el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia

Esta fue una de las películas más esperadas por mí el año pasado, no sólo por el tema que trata sino también por el papel protagónico de Frances McDormand, una de las mejores actrices que he visto. Aposté por ella en Three billboards outside Ebing, Missouri y amé sus papeles en Fargo y en Blood simple. Anoche, por fin, vi Nomadland y, como era de esperarse, Frances no me decepcionó.

Fern (McDormand) es una mujer que, después de perderlo todo durante la recesión de 2008, se embarca en un viaje hacia el Oeste de los Estados Unidos viviendo como una nómada en una caravan (una van, una camioneta, una RV). Cuando se dice que lo perdió todo, se refieren a todo: trabajo, esposo, casa, toda su vida desapareció y sólo le quedaron su camioneta y algunas cosas que guarda en una bodega. Poco a poco, conforme avanza la cinta, vamos descubriendo la forma en que Fern afronta su rutina diaria. Con trabajos itinerantes va ganando el dinero que utiliza para cargar combustible, provisiones, alimentos, estaciona su caravan en espacios dispuestos para ello (aunque a veces lo hace en zonas prohibidas); su vehículo es su hogar, en una escena dice no estar homeless (sin hogar) sino houseless (sin casa), pero también es su mundo, su vida. Entre sus herramientas y provisiones van los recuerdos, pequeños souvenirs de esa vida que tuvo que dejar atrás cuando decidió golpear la carretera y vivir dentro de su vehículo. Viaja con su hogar y su historia a cuestas, como un caracol.

Tras el colapso económico que afectó también a su ciudad en la zona rural de Nevada, Fern tomó su camioneta y se puso en camino para explorar una vida fuera de la sociedad convencional como nómada moderna, pero lo hizo, entre otras razones, porque era más barato. Que la economía de una persona se vea afectada, después de haber tenido una vida normal junto a su esposo, al punto de no poder pagar un techo sobre su cabeza y tener que verse forzada a vivir dentro de su vehículo, es duro. Sí, Fern siempre tuvo espíritu de aventura y disfruta ir de un lugar a otro, pero a su edad (¿entre los 50 y los 60?) no se trata de una búsqueda, sino más bien de una forzada huida: es un náufrago del sistema, a la deriva, en medio del desierto.

Pero lo que toca las fibras más sensibles de nuestro ser es descubrir que Fern no está sola en su nomadismo. Por la carretera, en los trabajos que tiene, en cada lugar que para durante algunas semanas, encuentra a personas que se han dedicado, tras el colapso de la economía, a vivir en sus vehículos, de la misma forma que nuestra protagonista. No es la aventura hippie de los '60 con el Peace & Love y las ansias de conocer y explorar el mundo en el albor de la juventud, se trata de personas de la tercera edad, adultos mayores y ancianos, quienes, por alguna razón u otra, han quedado al margen del sistema, de sus familias, del país, de la vida que tenían antes. Veteranos de guerra, amas de casa, antiguos obreros, conducen sus camionetas por las carreteras americanas buscando un trabajo y viviendo la vida, literalmente, un día a la vez, con un espíritu, entre derrotado y jovial, entre el "no tenía otra opción" y el "me niego a vivir mis últimos días en una cama de hospital". Destaca también que en el reparto figuran dos actores, McDormand y David Strathairn, los demás personajes secundarios son nómadas reales, lo que le da una enorme credibilidad a la trama y fusiona bien la ficción de la pantalla y la no ficción del papel.

Esta sentida tragedia americana está basada en el libro Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century escrito por Jessica Bruder y publicado en 2017. Se trata de una obra de no ficción que fue adaptada a la pantalla por Chloé Zhao, quien no sólo escribió el guión, sino que también dirigió y editó la película. Su genio, la música de Ludovico Einaudi y la fotografía de Joshua James Richards fueron suficientes para crear este nostálgico drama, cargado de emociones, de reflexiones, contando una historia mitad aventura y mitad derrota. Esta es apenas la tercera cinta de Zhao (fue directora, productora y guionista de las otras dos también), quien apenas tiene 38 años y da en esta película una cátedra de optimización de recursos, no sólo fílmicos, como los paisajes, los primeros planos, las tomas abiertas (la fotografía de Richards es extraordinaria), sino también en el aspecto monetario: el presupuesto total de la película fue de cuatro millones de dólares.

Estratégicamente estrenada el 11 de septiembre de 2020 durante el Festival Internacional de Cine de Venecia (vaya lugar y fecha), se alzó con allí con el León de Oro y ha obtenido desde entonces varios galadones, enre los que detacan el Premio del Público (Mejor película) en el Festival de Toronto, Mejor Dirección según el Círculo de Críticos de Nueva York y la Asociación de Críticos de Los Angeles; y la Asociación de Críticos de Boston la premió con Mejor película, dirección y fotografía. De cara a la próxima entrega de los premios Oscar, esta es una de las películas que dará de qué hablar.

La actuación de Frances McDormand es soberbia y Zhao supo potenciar aún más el talento de la actriz quien no se ve actuando. Fern resulta tan real, tan natural, interpretada por Frances, que cuesta creer que esa mujer sea producto de un guión de cine. Es real como la que más, su carácter fuerte, su laconismo, sus risas tristes y la forma en que sus gestos y sus acciones muestran mucho más que lo poco que dice, es abrumadora. Enmarcada por la fotografía de Richards y dirigida por Zhao, Fern nos atrapa, nos hala hacia la pantalla y nos permite acompañarla en su viaje a ninguna parte.
Nomadland no es una historia vertiginosa, con efectos especiales y pirotecnia. Su trama es lenta, profunda y bastante emotiva, es un homenaje, entre una oda y un requiem, a los americanos que se convirtieron en nómadas forzados después de haber ayudado a construir un sistema que los abandonó. Al final de la cinta queda un sinsabor en el aire, un ambiente de nostalgia por la historia, mezclada con una fascinación por lo bien realizada que está la cinta y que hace que se quede en la retina y en la memoria durante largo tiempo después de haberla visto. Imperdible.

Redactado por @cristiancaicedo


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