Warrior (Película): drama en el ring

No soy amante ni seguidor de las disciplinas deportivas relacionadas con la lucha cuerpo a cuerpo. Es decir, no voy a ver una pelea de boxeo en vivo y sé muy poco de este tipo de deportes, pero reconozco que el deporte en general está lleno de historias (reales o ficticias) que funcionan bien en la gran pantalla. Me han gustado cintas como The Fighter, Cinderella man y Million dollar baby, todas sobre boxeadores, y a ellas debo añadir la película Warrior de 2011 con Tom Hardy y Joel Edgerton que gira alrededor de otra disciplina de combate cuerpo a cuerpo: las artes marciales mixtas.

La primera impresión, al ver el título de la película y los protagonistas, es que será una historia violenta, con muchos golpes y secuencias de combates rudos, ¿cumple con ello? Sí, porque es lo que la gente quiere ver, pero además la historia se apoya en una trama un poco más profunda: el drama familiar. Warrior cuenta la historia de un veterano de la guerra de Vietnam (interpretado por Nick Nolte) que después de haber perdido a su esposa y a sus hijos por culpa del alcohol y de las artes marciales mixtas (MMA), se mantiene sobrio y tranquilo, pero solo. Y viejo. Hasta que un día, su hijo menor Tommy (Hardy) lo busca para que lo entrene porque desea participar en un gran torneo de MMA por un premio millonario. Tommy es bueno, lo fue desde pequeño, cuando su padre lo entrenaba, pero después de la separación de sus padres, la muerte de su madre y haber servido en el ejército de los EEUU, ya no es el mismo niño alegre que solía ser.

Por el otro lado, está Brendan, el hermano mayor de Tommy, quien nunca destacó en la lucha, aunque sí la practicó y que ahora es un profesor de física en una secundaria, tiene una esposa y dos niñas. Retirado del mundo de las peleas de forma oficial, Brendan acude a pelear en lugares de mala muerte para obtener ingresos extras que le permitan afrontar la difícil situación económica que afronta, con una familia que mantener, deudas públicas y una hipoteca. Cuando se entera de que el premio del torneo son cinco millones de dólares, decide volver a entrenarse y participar. Se trata de una especie de regreso al estilo de Jim Braddock en Cinderella man, pero en un ring de la MMA.

Si estamos viendo una película sobre MMA y hay dos hermanos que entran al mismo torneo, es inevitable que en algún momento se enfrenten. De hecho, apenas al ver el póster puede deducirse eso, con lo que no siento que esté haciendo spoiler. Los combates en el ring son violentos y duros como lo es la disciplina que expone, pero los estilos de los dos hermanos son diferentes. Tommy es una bestia, un hombre muy fuerte capaz de arrancar la puerta de un tanque militar con el brazo; sube al ring serio, entra, pelea y se baja, sin mostrar o demostrar nada (o muy poco) dentro y fuera del hexágono de lucha. Su hermano Brendan es más delgado, menos potente, pero muy hábil y listo, con un corazón que parece haber sanado un poco de esa infancia dura y que se enfoca ahora en su mujer y en sus hijas.

Pero no se trata solo del más débil contra el más fuerte, o del hermano menor queriendo derrotar al mayor. Hijos de un padre alcohólico, ambos niños se separaron tras el divorcio y desde entonces sus caminos no volvieron a cruzarse de forma voluntaria. Tommy le guarda rencor a Brendan por haberse quedado con su padre, pero Brendan lamenta no haber podido despedirse de su mamá al morir y le reclama a Tommy que no le hubiera contado de su enfermedad; a su vez, ambos le guardan resentimiento a su padre, no solo a causa del divorcio, sino también a ciertos celos sobre la relación de su padre con el otro hijo. Se trata entonces de un hogar fragmentado, un pasado doloroso y un presente no muy esperanzador.

Para mí es una película de 7,5/10 puntos porque la dirección es buena y el guión también, pero lo mejor de todo creo que son las actuaciones (hasta Nick Nolte que no es santo de mi devoción lo hace bien aquí), sobre todo la de Tom Hardy, uno de mis actores favoritos, que en este papel encarna muy bien los traumas de Tommy y la razón de su actitud seria, distante y de su rencor. Una de mis cosas favoritas es la forma en que su forma de pelear cambia al enfrentar a su hermano, mostrando un conflicto interno profundo y dolorosas emociones en medio de los golpes y las patadas, a diferencia de la frialdad con que enfrenta a sus demás oponentes.
Aún existe la manía de diferenciar las películas por el género de su audiencia y normalmente las películas dramáticas son para mujeres y las de acción son películas para hombres, según lo cual Warrior sería una rareza, un drama para hombres en el que si bien se disfruta de los golpes, la sangre y el ring, también se logra emoción y a veces, un par de lágrimas. Para quiénes la haya visto, tengo una pregunta, ¿a quién creen que alude el título de la cinta, a Tomyy o a Brendan? Los leo en los comentarios.

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