Cultura: Bibliometro: Literatura al alcance de todos

La biblioteca pública más grande de Chile

Una de las cosas que más me gusta de Santiago de Chile es su oferta cultural y en especial, la literaria. Esta se evidencia en la existencia de librerías, bibliotecas públicas, ferias de libros, editoriales, agencias literarias y muchas otras propuestas interesantes, dentro de las cuales mi favorita es Bibliometro.

A través de un convenio a modo de alianza cultural entre la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) y el Metro de Santiago, nació en 1996 esta propuesta cultural que pone al servicio de los ciudadanos la biblioteca pública más grande de Chile, ubicando sus puntos dentro de las estaciones del metro. Consiste en un servicio de préstamo de libros al que se accede solamente con la cédula de identidad y un comprobante de domicilio que puede ser incluso la factura de algún servicio. Una vez inscrito, puedes sacar hasta siete libros de forma simultánea, por hasta catorce días, renovables por catorce días más. Claro que, si hay retraso en la entrega, la demora acarrea multas, pero el servicio de préstamos es completamente gratuito.

Fotografía de mi galería personal

Además de los quioscos, existen dispensadores de libros; máquinas automatizadas como las expendedoras de bebidas y alimentos, pero ¡de libros! De hecho, conocí primero estas máquinas y luego los módulos y para retirar libros en este sistema, una vez inscritos en el programa, basta con ingresar el número del documento de identidad y una clave establecida. A lo largo y ancho de las cinco líneas del metro de Santiago hay diecinueve puntos de préstamo ubicados en toda la red y cuatro dispensadores de libros, para un total de veintitrés puntos con miles y miles de títulos y decenas de miles de ejemplares, disponibles para los ciudadanos. Aunque no todos los puntos cuentan exactamente con los mismos títulos, el catálogo puede ser consultado en su página oficial y una vez retirado el ejemplar, puede ser devuelto en cualquiera de los puntos, no necesariamente en el que se retiró.

Por razones obvias, los módulos del sistema están cerrados actualmente y los préstamos han sido constantemente renovados de forma automática (y lo seguirán siendo) hasta tanto sea levantada la emergencia sanitaria que afecta la ciudad (y el mundo). Sin embargo, quienes deseen inscribirse, pueden hacerlo de forma virtual y estar atentos a los canales oficiales de Bibliometro para conocer su reactivación.

Algunos de los libros que he leído gracias a Bibliometro

Poesía, cocina, historia, esoterismo, arquitectura, cómics, arte, biografías, filosofía, salud mental, auto ayuda, cuentos infantiles, periodismo, literatura escolar y por supuesto, textos narrativos, cuentos y novelas, que son mis favoritos. Los títulos disponibles abarcan tanto clásicos, como autores contemporáneos, de aquí y de allá, desde los indispensables Víctor Hugo, Edgar A. Poe, Mario Vargas Llosa, Roberto Bolaño, Julio Cortázar, hasta los, hasta hace poco desconocidos para mí, Hiormi Kawakami y W.B. Sebald, pasando por Murakami, Kundera, Monterroso, García Márquez, Benedetti, McEwan, Auster y claro, los éxitos de ventas como John Katzenbach y Stephen King.
El sistema es tan increíble y ha tenido una recepción tan amplia que ya fueron inaugurados otros tres puntos en la ciudad de Valparaíso. Así que, si vives en Santiago de Chile o en la ciudad amada por Neruda, y quieres leer sin afectar tu economía, inscríbete en Bibliometro y en cuanto pasemos esta situación corre a sus módulos a abastecerte de letras, historias y de esa magia única que tinen los libros.

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