Me gustan mucho las películas sobre historias periodísticas. Spotlight, The Post y la recordada Todos los hombres del presidente, con Robert Redford y Dustin Hoffman, son de mis favoritas en esa línea. Y a ellas se suma la reciente Bombshell, historia a la que me acerqué sin haber visto trailers.
La película comienza con Megyn Kelly (Charlize Theron), una de las conductoras estrella de Fox News y de la cadena Fox, uno de los imperios comunicacionales más importantes en Estados Unidos y el mundo. Kelly se encuentra en una situación polémica y controversial, debido a comentarios y conversaciones en redes sociales entre ella y el entonces candidato presidencial Donald Trump, llegando a temer incluso por su seguridad y la de los suyos, sólo por, en su opinión, decir lo que había decir. Por otro lado, tenemos a Gretchen Carlson (Nicole Kidman), una periodista cuya carrera ha venido un poco a menos, con programas en horarios no estelares y ciertas desmejoras que ella explica como una reprimenda personal. Entre ellas, se encuentra Kayla Pospisil (Margot Robbie), el único personaje ficticio de la terna protagonista, quien trabaja con Gretchen y a quien luego le ofrecen un rol más importante.
Aunque al principio, todo apunta a un escándalo político, debido a la creciente tensión entre Kelly y Trump, el hilo que une la historia de las tres protagonistas y destapa una turbia alcantarilla debajo de la fachada impecable de una cadena noticiosa, tiene que ver con Roger Ailes (John Lithgow), responsable de haber dado a Fox News la relevancia y trascendencia que alcanzó con su energía y su trabajo, muchas veces desalmado, pero económicamente certero. Lo que muchos no sabían, incluso algunos dentro del mismo canal, era que Ailes, junto a otros de los ejecutivos de la cadena, acosaba sexualmente a muchas de sus trabajadoras, llegando incluso a hacerlas mantener relaciones sexuales con ellos bajo coerción; a cambio de un ascenso, un mejor sueldo, etc.
La dirección de la película, a cargo de Jay Roach (responsable también de Trumbo, otra gran cinta) es inteligente en el manejo de la tensión y en cómo va mostrando los caminos de las tres protagonistas, aparentemente independientes, y los va acercando hacia una convergencia desagradable, tanto para ellas como para el magnate de las noticias. He dicho antes que al inicio parecía ser una trama política y es cierto; pero, si bien el centro de la película es el escándalo por los acosos sexuales, también refleja el juego sucio de la política y cómo se movieron (y se mueven) algunos hilos tras los bastidores de cualquier proceso electoral.
El guión, la dirección y la fotografía son excelentes; las actuaciones protegonistas, apoyadas por una divertida y estupenda Kate McKinnon, son muy buenas; de hecho, Theron y Robbie recibieron nominaciones a los premios de la academia, en los cuales la cinta se llevó la estatuilla a Mejor maquillaje. Este tipo de historias sobre oprimidos y opresores, en las que un pequeño enfrenta a un gigante, son bastante emotivas y en este caso, ese deseo de justicia, de algún tipo de venganza, es reforzado por la aversión del público hacia los abusos sexuales y a la misoginia. Bombshell es una película que, si bien denuncia el abuso hacia las mujeres, no las victimiza como seres débiles, sino que reconoce también la fuerza y la capacidad que tienen y han tenido históricamente para nadar contra la corriente y labrarse un lugar en mundos dominados por los hombres. En general, me parece una cinta de 6,5/10 y una buena opción para los amantes de las historias periodísticas, las basadas en hechos reales y de las tramas más escandalosas.
Reseñado por @cristiancaicedo
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