#Reto12Votos Semana 97 - Utopía - Ponga cada quien los pies sobre la tierra

Siempre hemos aspirado a lo mejor, que todo funcione con el deber ser, no obstante a mayor aspiración la caída más fuerte es. En el argot coloquial y cotidiano cabría el dicho: “una cosa piensa el burro y otra quien arriba lo arrea” para mostrar que no siempre ocurre lo que anhelamos sino lo que es, lo que tiene que ocurrir, lo que el de arriba decide, entendiendo el de arriba como quien lleva la rienda de nuestro destino o nosotros mismos cuando nos obcecamos a hacerlo todo tal y como nos lo propusimos sin hacerle caso a nada más.

No hacerlo supone un tipo de conformismo que no es nada útil. Cuando nos resignamos nos estancamos. Entonces lo utópico funciona aquí como un llamado de atención, un dispositivo que se dispara y nos advierte que no necesariamente el estado de cosas tal como está es el más idóneo, que podría ser de otra manera y quizá mejor.

En una visión ideal, todos los principios y valores establecidos se cumplirían al pie de la letra. Nada desencajaría ni desentonaría ni una brisa que nos despeine, pero no, lo que hay es caos y anarquía, entendida esta última como el estado donde se impuso la inacción como forma de vida y se dejó a la improvisación y la desidia que instalaran su propio orden.

En una visión utópica de la realidad los servidores públicos serían eso para lo cual se han comprometido, los profesionales actuarían con ética y decoro, los padres asumirían su verdadero rol, las instituciones serían ejemplo de desempeño correcto para lo cual fueron creadas y así cada uno en un cumplimiento de sus verdaderas funciones.