[ESP-ENG] CARMILLA (III)


laura-chouette-xJs-zfY-byA-unsplash.jpg
Photo by Laura Chouette on Unsplash

«La ceguera también es esto: vivir en un mundo donde se ha acabado la esperanza.»

«Blindness is also this: living in a world where hope is gone.»


— José Saramago



E S P A Ñ O L

𝕃𝔸 𝕄𝕆ℕ𝕋𝔸Ñ𝔸 ℙ𝕃𝔸𝕋𝔼𝔸𝔻𝔸

Desde hace días he tratado de convencerme de que nada de esto es real, pero mi burbuja ha explotado, me ha condenado a despertar mi espíritu para ser testigo de una intriga que se volvió terrorífica. Mi casa, anteriormente, era un santuario de paz, ahora se ha convertido en la guarida de un demonio.

Me llamo Marie, y soy la esposa de Harold, nuestros apellidos no son importantes, solo la historia a contar. Desde hace seis años vivo con mi esposo y mi cuñada; Carmilla, en la casa de campo que mi marido mandó a construir para nuestro matrimonio. Las cosas iban bien, hasta que Carmilla, comenzó a padecer un fuerte sonambulismo.

Al principio, no era tan grave, desde luego; había situaciones en que ella se levantaba por las noches y volvía sola a su cama, pero un día, comenzó a deambular a más distancia hasta perderse en los extensos caminos del valle que rodea nuestro hogar. Esta región es famosa por sus planicies y cumbres que encierran los verdes campos. Nuestra casa se encuentra situada cerca de uno de esos bordes abismales, afortunadamente, al principio, Carmilla nunca llegó a acercarse al peligro de una segura muerte, pero recientemente fue sorprendida intentado pasar por uno de los bordes de la cumbre. Si no fuera por el misterioso hombre que la salvó, quizás hoy estuviésemos preparando el funeral de Carmilla. ¿Quién era ese misterioso individuo? Lo desconozco por completo.

Jamás me importó que mi cuñada viviera con nosotros, de hecho, sentía pena por su padecimiento. La presencia de Carmilla no se sentía dentro de la casa, ella prefería los valles floreados cercanos o los paseos por el pueblo. Parecía un espíritu libre y ansioso por aventuras; admiraba su ímpetu y su sed de recorrer el mundo. Pero el mal que la poseía despertó el miedo de todos, es por eso que mi marido tuvo que recurrir al doctor Jonás Salt, uno de sus mejores amigos del Instituto. Jonás gozaba de una trayectoria impresionante, lo conocí por primera vez en Ghrechit, cuando salía con Harold y trabajaba como maestra de literatura en el «Colegio San Germán». En aquel entonces, Jonás era un apasionado por la parapsicología e intentó hacer varias investigaciones, pero fracasó en ello, sin embargo, su interés por esta ciencia no disminuyó para nada.

Después de varios años nos hemos vuelto a encontrar, ahora con un mal que parece que se ha instalado en mi casa. La noche se aproxima, nos cubre con su manto con una rapidez tenebrosa. Me dirijo hacia Carmilla, quien se encuentra muerta de miedo, mientras que a Harold lo invade la conmoción y el desespero.

—Entonces, Jonás, —dijo Harold con tono turbado, —¿quieres usar tu máquina con mi hermana, un invento que jamás probaste en una persona?

—Sé que es una locura, querido amigo, —respondió Jonás con sosiego, —pero debido a la gravedad del asunto no tenemos otra opción. Si no descubrimos lo que ocurre aquí, temo que pueda pasarle algo peor a Carmilla.

Los ojos de Carmilla se torcieron, mirando a su hermano, luego reposó su cabeza en mi hombro y rompió en llanto. Miré a Harold fijamente y él me devolvió la mirada, no supe que decir o pensar. Por una parte, era peligroso, y no sabíamos si las consecuencias serían terribles para mi querida cuñada, pero por otro lado, descubriríamos lo que estaba pasando y así podríamos detener el mal que la acompaña. No dejaba de mirar a Harold, lo conocía y sé que buscaba apoyo de mi parte, así que asentí como señal de aprobación para continuar, él hizo lo mismo y aceptó la posible solución de Jonás.

—Bien, es hora de poner las manos a la obra. La noche se aproxima, ya está casi sobre nosotros.— Dijo Jonás apretándose las manos.

Ya entrada la noche, todos los sirvientes fueron agitados para preparar la sesión, cumpliendo las ordenes de Jonás. Movieron la tina de baño de Carmilla y la colocaron junto a su cama. La llenaron de agua y luego diluyeron varios kilos de sal. Noté con espanto como el espejo fisurado al fondo de la habitación se volvía más opaco, como si estuviera tomado por tinieblas y el cristal roto que exponía fuera un portal. Había luna llena en esa ocasión, por lo que todos nos preparamos y guardamos distancia en ese momento.

Carmilla se colocó su traje de baño y luego se sumergió en la tina con sal. Jonás conectó el cuerpo de mi cuñada con el aparato colocando conectores en su cabeza, brazos y pecho. Activó la máquina, y como si fuera un sedante, Carmilla se puso a dormir al instante. Sostuve la mano de Harold en todo momento, rezaba porque todo saliera bien.

Jonás, comenzó a registrar una serie de actividades del sistema nervioso de Carmilla, al principio todo era normal, pero no pasó ni un minuto para que las cosas se volvieran escabrosas. La actividad aumentaba, como si hubiera un terremoto en toda la casa. El aspecto de Carmilla comenzó a cambiar; primero fue su cabello, se volvió lacio y plateado. Después fue su rostro; abandonó su forma regordeta por una alargada y prominente. Sus labios, nariz, orejas, incluso el esmalte de sus dientes, ¡todo su cuerpo! Parecía una persona diferente, de más edad y con aspecto imponente. Era la primera vez que la veía así. No creía en las palabras de Harold, pero después de verla con mis propios ojos, supe que el Diablo estaba metido en esto.

Jonás estaba igual de impresionado, y a la vez exasperado, pude notarlo en su rostro. Imaginé que para él aquella anomalía era lo que tanto buscaba. Era demasiado, por un momento sentí que el corazón se me iba a salir del pecho, y más cuando escuché a Carmilla o lo que sea fuera esa cosa. Entre las palabras extrañas que esbozaba, mencionó a La Montaña Plateada, lugar del que no tenía conocimiento hasta que Harold me lo contó todo.

Era demasiado para digerir, ¡verdaderamente ese lugar está maldito! Mi corazón estaba delicado durante la sesión, en cualquier momento iba a colapsar. Y ocurrió, que mientras estaba distraída observando el horrendo espejo, logré divisar un par de ojos enormes y escarlatas que se asomaban por el opaco cristal. Expedí un grito y me desmayé; mi corazón no pudo soportar la conmoción. Lo último que recuerdo son los brazos de Harold sosteniéndome para que no me cayera con brusquedad al piso.

CONTINUARÁ...

E N G L I S H

𝕋ℍ𝔼 𝕊𝕀𝕃𝕍𝔼ℝ 𝕄𝕆𝕌ℕ𝕋𝔸𝕀ℕ

For days now I have been trying to convince myself that none of this is real, but my bubble has burst, condemning me to awaken my spirit to witness an intrigue that has become terrifying. My house, formerly a sanctuary of peace, has now become the lair of a demon.

My name is Marie, and I am Harold's wife, our last names are not important, only the story to tell. For the past six years I have lived with my husband and my sister-in-law; Carmilla, in the cottage my husband had built for our marriage. Things were going well, until Carmilla began to suffer from severe sleepwalking.

At first, it wasn't so bad, of course; there were times when she would get up at night and go back to bed alone, but one day, she began to wander farther and farther away until she lost herself in the vast paths of the valley surrounding our home. This region is famous for its plains and peaks that enclose the green fields. Our home is located near one of those abysmal edges, fortunately, at first, Carmilla never came close to the danger of certain death, but recently she was caught trying to pass through one of the edges of the ridge. If it weren't for the mysterious man who saved her, we might be preparing Carmilla's funeral today. Who was this mysterious individual? I don't know him at all.

I never cared that my sister-in-law lived with us, in fact, I felt sorry for her suffering. Carmilla's presence was not felt inside the house, she preferred the nearby flowery valleys or walks around town. She seemed a free spirit and eager for adventure; I admired her impetus and her thirst to travel the world. But the evil that possessed her aroused everyone's fear, which is why my husband had to turn to Dr. Jonas Salt, one of his best friends from high school. Jonas had an impressive background, I met him for the first time in Ghrechit, when I was dating Harold and worked as a literature teacher at the "Colegio San German". At that time, Jonas was passionate about parapsychology and tried to do several investigations, but failed, however, his interest in this science did not diminish at all.

After several years we have met again, now with an evil that seems to have settled in my house. The night is approaching, it covers us with its mantle with a tenebrous rapidity. I turn to Carmilla, who is scared to death, while Harold is overcome with shock and despair.

—So, Jonas, —Harold said in a troubled tone, —you want to use your machine on my sister, an invention you've never tried on a person?

—I know it's madness, my dear friend, —Jonas replied calmly, —but because of the seriousness of the matter we have no choice. If we don't find out what's going on here, I'm afraid something worse could happen to Carmilla.

Carmilla's eyes twisted, looking at her brother, then she rested her head on my shoulder and burst into tears. I stared at Harold and he stared back, I didn't know what to say or think. On the one hand, it was dangerous, and we didn't know if the consequences would be terrible for my dear sister-in-law, but on the other hand, we would find out what was going on and so we could stop the evil that accompanied her. I kept looking at Harold, I knew him and I know he was looking for support from me, so I nodded as a sign of approval to continue, he did the same and accepted Jonah's possible solution.

—Well, it's time to get down to work. Night is coming, it's almost upon us. —Jonah said, clasping his hands.

Late in the evening, all the servants were stirred up to prepare for the session, following Jonah's orders. They moved Carmilla's bath tub and placed it next to her bed. They filled it with water and then diluted several kilos of salt. I noticed with horror how the cracked mirror at the back of the room became more opaque, as if it was taken over by darkness and the broken glass it exposed was a portal. There was a full moon on that occasion, so we all braced ourselves and kept our distance at that moment.

Carmilla put on her bathing suit and then immersed herself in the tub with salt. Jonas connected my sister-in-law's body to the device by placing connectors on her head, arms and chest. He activated the machine, and as if it were a sedative, Carmilla went to sleep instantly. I held Harold's hand at all times, praying that everything would go well.

Jonah began to register a series of activities in Carmilla's nervous system, at first everything was normal, but not even a minute passed before things became lurid. Activity was increasing, as if there was an earthquake throughout the house. Carmilla's appearance began to change; first it was her hair, it became straight and silver. Then it was her face; it abandoned its plump shape for an elongated and prominent one. Her lips, nose, ears, even the enamel on her teeth, her whole body! She looked like a different person, older and imposing in appearance. It was the first time I had seen her like that. I didn't believe Harold's words, but after seeing her with my own eyes, I knew the Devil was in on it.

Jonah was equally impressed, and at the same time exasperated, I could see it on his face. I imagined that for him that anomaly was what he was looking for. It was too much, for a moment I felt like my heart was going to burst out of my chest, and even more so when I heard Carmilla or whatever that thing was. Among the strange words she was uttering, she mentioned Silver Mountain, a place I had no knowledge of until Harold told me all about it.

It was too much to digest, truly that place is cursed! My heart was delicate during the session, at any moment I was going to collapse. And it happened, that while I was distractedly staring at the hideous mirror, I managed to make out a pair of huge scarlet eyes peering through the opaque glass. I let out a scream and fainted; my heart could not stand the shock. The last thing I remember was Harold's arms holding me so I wouldn't fall roughly to the floor.

TO BE CONTINUED...

Escrito por @universoperdido. 06 de Junio del 2021

Written by @universoperdido. June 06, 2021.

Capítulos anteriores | Previous chapters

CARMILLA (I)
CARMILLA (II)

photo_20200731_202247.jpg



¿Eres escritor? ¿No encuentras un lugar adecuado para colocar tus trabajos literarios? Unete a Literatos, una comunidad en Hive donde puedes publicar tus cuentos, poemas, ensayos literarios y novelas inéditos de tu propia autoría.


H2
H3
H4
Upload from PC
Video gallery
3 columns
2 columns
1 column
1 Comment