
Me alegra mucho estar de vuelta, activo con el #Reto12Votos de @Club12 iniciativa que siempre me ha parecido genial para la interacción entre los miembros de la comunidad. Esta vez han sido bastante concisos en lo que se pide, lo que da mayor libertad para crear, siempre y cuando seamos sigilosos en el tratamiento del tema.
El sigilo, tema de esta semana en el #Reto12Votos da para muchas ideas. Les compartiré las primeras tres que acudieron a mi mente. La primera está relacionada con el sigilo sacramental. Sabemos que un sacerdote no puede revelar nada que le haya sido confesado bajo el manto de ese sacramento, no importa quién o qué haya dicho la persona. Sabemos que los asesinos se confiesan y que es deber del eclesiástico no revelar esa información a nadie. La novela La biblia de barro de la española Julia Navarro, inicia con una particular confesión "Padre, me acuso de que voy a matar a un hombre". En ese caso, al confesar un pecado no cometido, ¿se aplica el sigilo sacramental? ¿debería el sacerdote hacer algo al respecto? Es un dilema interesante; sin embargo, lo más importante de este tipo de sigilo es que la confesión de alguna manera libera al infractor, pero traslada ese peso a los hombros de quien lo escucha, ¿alguna vez habían pensado en cuánto debe pesar ser el cajón de secretos de las almas más desdichadas? ¿saber cosas que podrían aliviar a otros, traerles paz o justicia y no poder decir nada? Allí les dejo esa reflexión.

En el tacto para tratar ciertos asuntos personales, entra también el silencio, ya que si el sigilo es ese "cuidado con que se trata un asunto o se hace una cosa", muchas veces esa delicadeza es tan sutil, que raya en la nada, en el silencio absoluto. An affair to remember es una película de 1.957 protagonizada por Cary Grant y Deborah Kerr, una historia de amor que no viene a cuento ahora, excepto por su escena final.
Nick y Terry se citaron en la cima del Empire State Building, pero ella no llegó porque un taxi la atropelló. Él la esperó hasta el final de la noche pero al no verla aparecer y al no haber previsto esa posibilidad, toma su ausencia como una señal de rompimiento, así que no la busca. Y Terry tampoco lo busca por una razón: ha quedado inválida. No puede caminar y no puede costear su recuperación. No sabe si Nick podrá o querrá y no quiere buscarlo para ello. Muchas cosas pasan en sus vidas y por sus cabezas hasta que Nick la visita en su apartamento, meses más tarde. Él entra con la intención de reclamar, ella sentada en el sofá, con una manta sobre las piernas, oculta su secreto. El accidente y la invalidez de Terry no son parte de la conversación y sin embargo, todo queda dicho sin decir nada, porque sigilosamente han decidido no mencionar el detalle, ¿puede haber una omisión más dramática para terminar una película? Para quienes quieran ver la película o saber un poco más, les dejo el enlace de un post que hice al respecto en la plataforma anterior An affair to remember: el amor y la fidelidad en este clásico del cine.
Para terminar, un triple enlace idea-libro-cine. Nada hay más sigiloso que el amor. Hablar en voz baja para que nadie se entere, susurrar los sentimientos hacia alguien más, son actitudes sigilosas que espero todos hayamos experimentado. Pero a veces el amor es tan sigiloso que ni siquiera quien ama se percata de sentirlo. Y eso precisamente es lo que le ocurre a Stevens, el mayordomo protagonista de Los restos del día, la novela del Premio Nobel de Literatura 2017 Kazuo Ishiguro. El sigilo, el cuidado, el silencio y los secretos están presentes en esta novela en varios niveles. Primero, aunque la novela discurre sobre las tareas cotidianas de un mayordomo inglés durante la primera mitad de siglo XX, la película va tejiendo una trama por debajo de tinte político y alcances impensados.
Por otro lado, las conversaciones entre Stevens y la ama de llaves, la señorita Benn, también sobre tareas, limpieza y labores domésticas deja entrever, para quien está atento a la lectura, que hay un sentimiento que surge entre ambos y que no es mencionado. Y tercero, lo que precisamente no se ha mencionado, el amor que surge entre ellos, se ha omitido porque Stevens, que es el narrador, no lo sabe y cuando se da cuenta, parece ser demasiado tarde. La reseña del libro y de la película, protagonizada magistralmente por Anthony Hopkins y Emma Thompson, están pendientes, pero la pasión contenida de esta novela es también el eje central de la cinta The half of it, una producción original de Netflix sobre la que sí hice una reseña hace unas semanas. La pueden leer aquí.
Sigilo, cuidado y reflexiones sobre los secretos y el silencio, es lo que nos llevamos esta semana con el #Reto12Votos, pero con lo que no tienen que ser sigilosos es con difundir esta gran iniciativa de la gente de @Club12 en la cual les invito a participar ¡Vamos por más!
El #Reto12Votos liderado por @avellana está diseñado para que todas las personas ganen. Se trata de leer, comentar y votar por otros participantes del reto que harán lo mismo. De esa interacción nace, no sólo el beneficio del voto, sino el fortalecimiento de una comunidad que crece día a día, promoviendo el valor de la lectura y la escritura de contenido de calidad, sobre diversos temas de interés. Conoce las reglas del #Reto12Votos en este enlace y participa. No te quedes por fuera.
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